Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 13:20

El efecto Rodríguez

El efecto Rodríguez
1. ¿Por qué Oscar Ortiz fue tomado por sorpresa? ¿No existían vasos comunicantes sinceros y reales entre los candidatos? ¿De qué hablaban en estos siete meses de viajes y reuniones para promocionar su candidatura? ¿A que se refiere con eso de “uso abusivo y torpe de su condición originaria?

2. ¿Por qué recién Rodríguez cae en cuenta de que una oposición dividida favorecía al MAS? Cuando los Demócratas lo invitaron, el binomio apenas rozaba el 5 por ciento , ¿en qué soñaba cuando acepto el reto? ¿Hubo promesas no cumplidas? ¿Qué otros asuntos no sabidos aún, aparte de la estrategia electoral, lo llevaron a tomar la decisión a sabiendas de que el TSE no se la aceptará?

3. A mi juicio, la reacción de Demócratas, luego de conocer la renuncia, pudo ser más mesurada. Es decir, siguiendo la experiencia en el manejo de crisis, de que una adversidad se debe volver en una ventaja, hubiese sido muy inteligente convocar a la reflexión a Rodríguez, decirle que en 48 horas se realizaría un encuentro nacional de Demócratas para oírlo, no solo a él, sino a Comcipo y a todos sus aliados. Los resultados quizás hubiesen sido iguales, pero Demócratas hubiese agarrado el toro por la astas hasta el colmo de terminar diciendo que su vocación democrática lo obliga a ir con un candidato que piensa diferente. Pero, optaron por el camino de quebrar sables tildando a Rodríguez de traidor y vendido.

4. La Alianza de Oscar Ortiz está obligada a realizar algo trascendental para salir de este golpe, pues, de no hacerlo puede terminar reducida a una fuerza solo cruceña sin siquiera ser primera opción departamental, perder su avance nacional y sentar en el votante la idea que no son alternativa de poder real. No es afirmándose en la soledad de la candidatura presidencial (“Yo iré solo”) lo que les ayudará a salir de la crisis. Demócratas ha demostrado que sabe reinventarse.

5. Muchos consideran que el mayor beneficiario de la renuncia de Rodríguez, por esas cosas de la vida en las que sin esfuerzo propio nos cae el maná, es Carlos Mesa. Las cosas no son tan mecánicas. Carlos empezó esta campaña con 41 por ciento de aprobación y, según las últimas encuestas, habría bajado a menos del 30 por ciento . Es decir, es una candidatura en descenso. Lo que demuestra que su estrategia basada en que, haga lo que haga, el voto ciudadano le favorecerá, que, por ello, no necesita alianzas con políticos y que no hay que atacar a Evo Morales, está equivocada. Si Carlos quiere ser opción de poder, está obligado a dar un golpe de timón a su estrategia (...).