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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Informe Bachelet

Informe Bachelet
No fue el imperio y menos sus medios informativos manipulados por grandes intereses monopólicos que hicieron conocer al mundo entero la extrema gravedad delincuencial que impera en la patria del Libertador, hoy crucificada por un régimen oprobioso. Quien hizo la denuncia fue nadie menos que una víctima de la barbarie pinochetista, ahora en función de Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnuduh), luego de una inspección in situ a mediados de junio, entrevistando a medio millar de testigos, conversando con el mismísimo demonio y sus secuaces, llegando a la patética conclusión que el régimen del Socialismo del Siglo XXI en Venezuela está encaminado a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican a su Gobierno, utilizando todos los medios posibles y realizando todas las acciones que expresamente se hallan condenadas por el derecho natural y el derecho internacional, como son los crímenes de lesa humanidad, el genocidio, la tortura y todos los que se hallan en el índex de lo no permitido y, consecuentemente, sancionable. El informe de Michelle Bachelet coincide plenamente con todas las investigaciones e informes de organismos internacionales y de defensa de los derechos humanos, incluyendo los anteriores de la OEA, sobre el mismo tema.

Los 83 puntos que contiene la relatoría de más de 20 páginas, simplemente son pavorosos, lo que ha llevado a afirmar a muchos destacados periodistas que la situación es tal, que no se equipara a las violaciones cometidas por los regímenes dictatoriales que se instauraron en América Latina en los últimos siglos. Maduro los aventaja sobradamente.

Bachelet aclara, en la parte final de su informe que la motivación y la razón de ser de ese trascendental documento no trata de política, geopolítica, relaciones internacionales o cualquier otra cosa que no sean los derechos humanos. Concluye de manera enfática: “Exhorto a todas las personas con poder e influencia -tanto en Venezuela como en el resto del mundo- a que colaboren y contraigan los compromisos necesarios para solucionar esta crisis que está arrasándolo todo. Mi oficina está lista para seguir apoyando".

El merituado informe es de conocimiento público universal, exceptuando, como es lógico suponer, que en los Estados donde impera el terror totalitario, el pueblo llano está impedido a su acceso, pero lo que es indudable que todos los entes miembros del organismo internacional, cualquiera sea su tipo de Gobierno, se hallan enterados de su contenido y necesariamente tomarán partido sobre las futuras acciones que les corresponden en la solución y el agravamiento de la situación.

La reacción de Maduro fue inmediata, descalifica a la suscribiente como enemiga de la revolución bolivariana y con el acostumbrado sambenito y sin rubor alguno manifiesta: “Que la Bachelet dio un paso en falso al leer un informe que le elaboraron y le dictaron desde el Departamento de Estado de Estados Unidos",lo que no impide que el mundo libre haya asumido la postura de la liberación del pueblo venezolano, sin necesidad de la violencia, y cuyos resultados pronto serán manifiestos.