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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Exportar para crecer

Exportar para crecer
Exportar productos, mejor sin son con valor agregado, e importar artículos que son necesarios en un país o ciudad es parte de la economía, pero que debe guardar el mayor equilibrio posible, es decir, tratar de vender más de lo que se compra, con el objetivo de generar divisas que permitan la generación de fuentes de empleo y la implementación de servicios básicos de calidad, si es posible, para toda la población.

Si un país o ciudad se dedica solo a importar alimentos, ropa, electrodomésticos y otro tipo de accesorios, y no vende, lo más probable es que su economía se estanque y dejen de implementarse proyectos para generar desarrollo.

Un país puede exportar recursos naturales, tecnología y una gran variedad de artículos, lo importante es conseguir buenos mercados y obtener los mejores precios.

Nos referimos a este tema, porque un informe del Instituto Nacional de Estadística, referido a Cochabamba, señala que entre 2014 y 2018, la importación de alimentos subió en 45 por ciento . Los principales proveedores son Brasil, Colombia y Estados Unidos.

Los datos recopilados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior dan cuenta de que solo entre 2017 y 2018, la compra externa de alimentos subió en 11 por ciento .

Cochabamba importa, sobre todo, alimentos con valor agregado como esencias, aceite de oliva, atún, galletas, pastas, café y algunas hortalizas en conserva, entre una variada lista.

Una interrogante que surge al observar estas cifras es ¿por qué Cochabamba, conocido como granero de Bolivia, tiene la necesidad de comprar esta cantidad de alimentos?

Es comprensible que el departamento compre alimentos que no procese en la cantidad suficiente, pero otros como café (que se produce en La Paz), galletas, chocolates, frutas y hortalizas deberían ser adquiridos de los productores locales, de forma que se dé un impulso a la economía de Cochabamba, que definitivamente repercutirá en la creación de nuevos empleos, o por lo menos para mantener los que se han logrado consolidar.

En algunos casos, los consumidores locales prefieren comprar productos importados, porque consideran que tienen mejor calidad o precios más bajos.

Sin caer en el chauvinismo, sería importante que los cochabambinos privilegiemos los productos locales antes que los que se importan, más aún si existen en nuestro medio, porque, además, en muchos casos, estos alimentos son más frescos y garantizados.

Para disminuir las importaciones y equilibrar la balanza comercial que debe existir en la economía de un país, será importante, entonces, que se consuma lo nuestro, tal como pretendía la iniciativa lanzada por la Cámara de Industria de Cochabamba, hace ya casi cuatro lustros.

Además de la importación legal de alimentos, especialmente de los países vecinos, una actividad que debilita la economía de nuestros agricultores es el galopante contrabando que se filtra por nuestras permeables fronteras, sin que la Policía o el Ejército puedan hacer algo al respecto.

Pero, la mejor forma de luchar contra el contrabando sería no consumir los alimentos que llegan desde incluso países tan distantes como China y a precios más bajos que los productos nacionales.

En suma, si queremos potenciar nuestra economía, debemos empezar a valorar lo nuestro, consumir lo que producimos y tener en el horizonte el objetivo de vender y crecer.