Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 12:31

EN VUELO

¿Informan o desinforman?

¿Informan o desinforman?
Un trío de periodistas, Xavier Serbia, Andrés Oppenheimer y Jorge Ramos, los primeros dos de CNN y el otro de Univisión, parecería que viven en otro mundo o no ven la realidad que se vive actualmente, y en particular dónde están

Empezaremos por Oppenheimer. ¿Qué valor pueden tener sus noticias de que un presidente u otro está mal o bien? Opina de países que él no tiene ni la más remota idea de cómo están.
Por qué no entrevista al príncipe de Arabia Saudita y le pregunta ¿por qué asesinaron en su consulado, en Turquía, a un periodista opositor a su régimen?
Se anima a dar consejos a los ciudadanos de Cuba qué viven bajo un régimen desde hace 60 años o a los de Venezuela que van a los tres lustros, y sigue pregonado qué se debe hacer para que estos regímenes caigan. Antes de que estos regímenes cambien, él desaparecerá

A este entrevistador de CNN ya dejaron plantado dos veces, en media entrevista, porque él quiere que su entrevistado diga lo que él quiere.
En mi opinión, es más que todo un mercenario de la comunicación, que no se atreve a hablar con regímenes que son poderosos o ricos

El otro, Serbiá, parecería que no sabe en qué país está. Habla cómo loro, lo mismo y lo mismo. ¿Acaso no sabe que la economía más endeudada del mundo es justo donde está él (EEUU)? Si su programa es de economía, por qué opina cómo está Venezuela o Cuba en otros ámbitos

Para opinar sobre economía está Gabriela Frías, quien sí sabe y habla de la realidad de la economía mundial. Quién es él o qué valor tiene para otorgar la medalla de excelencia o de cartón a una u otra empresa.  
Por último, nuestro amigo Jorge Ramos, mexicano nacionalizado norteamericano, de Univisión, a quien le hicieron tomar chocolate de su misma olla

Entrevistó a Hugo Chávez (+), de Venezuela, y este le dijo por qué es servil a un país que no es suyo y él respondió porque ahí hay plena libertad de expresión y nadie le prohíbe hablar o preguntar. Al poco tiempo, antes de que salga electo Trump, le hizo una pregunta al Mandatario y lo sacaron del cuello y a empujones de la sala de periodistas. No tuvo a quién quejarse, lo que demuestra que en el mundo entero no hay libertad total de expresión como él pregonaba. Esa es la realidad de estos periodistas que pregonan noticias que son fuera de la realidad y en vez de informar desinforman.