El niño de siete años de edad que fue flagelado con una manguera por sus propios padres, en Quillacollo, volverá con sus progenitores luego de que estos se sometieran a un procedimiento abreviado.

La agresión fue denunciada el pasado jueves por uno de los profesores del menor que además de presentar marcas en todo su cuerpo, tenía una actitud desganada que le impedía realizar sus actividades con normalidad, según El Policial.

“Se lo vio con varias contusiones en todo el cuerpo, se lo llevó al médico forense que determinó siete días de impedimento(...) según la declaración del menor” informó Jhon Klaus Bermúdez, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).

El jefe policial indicó ayer, que los padres agresores se sometieron a un procedimiento abreviado, en el que el juez determinó que deben asistir a terapia familiar y presentar una serie de documentos.

Además, la autoridad judicial, dispuso que el día de hoy podrían sacar al menor del hogar en el que se encuentra y entregarlo a sus progenitores.

“Luego de un abordaje psicológico, el menor indicó que no quiere separarse de sus padres y reconoce que en algún momento se portó mal, esto no justifica la agresión pero creemos que con la terapia se podrá ayudar” dijo Bermúdez.