Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

ES EL ÚLTIMO BENEMÉRITO

Cresencio mantiene vivos los recuerdos de Guerra del Chaco

El cliceño cumple 106 años el viernes. La Brigada Parlamentaria reconcoerá hoy al combatiente qhochala.
Cresencio mantiene vivos los recuerdos de Guerra del Chaco


Es un sábado por la tarde en los inicios del siglo pasado, Bolivia y Paraguay están enfrentados en disputa por el Chaco. Un grupo de soldados del Ejército boliviano avanza en pos de tomar el Fortín Nanawa y entre ellos está el cochabambino Cresencio Torrico Escóbar, escondido en una de las fosas a las que llaman pahuichito.

En la confusión y el nerviosismo no se da cuenta de que se quedó solo. De pronto se ve rodeado de paraguayos, empuña su fusil y mata a un teniente antes de caer preso.

Hasta ahí llega la anécdota en la memoria del benemérito cochabambino de la Guerra del Chaco, nacido en Cliza, contada con mucho esfuerzo por el peso de 106 años de vida que cumple el viernes 14 de junio.

Termina el relato su hijo Mario: “Por su estatura (mide 1,89 m.) pensaban que era un militar de alto rango, no creían que era soldado raso. Lo llevaban al paredón y le amenazaban con fusilarlo, le pedían hablar quién le mandó a matar a los jefes militares paraguayos. Nunca le dispararon”. Estuvo preso 28 meses.

Mario es uno de los tres hijos del segundo matrimonio de Escobar, en su primer matrimonio tuvo seis hijos, pero ya no los recuerda. Algunos viven en Chile y otros en Argentina.

La infancia de Mario estuvo marcada por muchas anécdotas de su padre, quien recordaba que la falta de agua y de comida era uno de los sufrimientos mayores en el frente.

“Decía que comían poroto y cáscara de sandía. Muchas veces recordaba (en sueños) y amanecía llorando, son cosas que impactan demasiado”, afirma.

Mario llevó a su padre a vivir con él hace unos 15 años. Cuenta que estuvo enfermo varias veces e incluso fue desahuciado en tres ocasiones.

Escóbar ya no puede ver y está en silla de ruedas; pero su hijo recuerda que antes de perder la vista era un ávido lector.

Le gustaban mucho las verduras, sobre todo la remolacha, y entre sus comidas preferidas estaban el papa huaycu, la lawa y el mote.



RECONOCIMIENTO Conmemorando el cese de hostilidades, el presidente de la Brigada Parlamentaria, Adhemar Valda (MAS), informó que para hoy se alista un homenaje.

Valda dijo que el objetivo es no solo conmemorar la paz entre Bolivia y Paraguay, sino también reconocer el valor de quienes lucharon por defender la patria y por defender un territorio que actualmente permite al país contar con campos gasíferos.

Una comitiva compuesta por autoridades civiles y militares partirá mañana a las 09:00 de la Séptima División del Ejército hacia el centro de la ciudad hasta llegar a la plaza Colón, sede de la Brigada, donde se instalará un palco de honor.

En 2018, Torrico recibió la medalla al “Mérito Militar Coronel Eduardo Avaroa”, entregada por oficiales de la Séptima División, en ocasión de los actos por la celebración del 106 aniversario de Cliza.

En dicho acto, Torrico, con voz desgastada y con algunos problemas en el oído por su avanzada edad, solo se limitó a agradecer el reconocimiento recibido, según recoge una nota de OPINIÓN.

Roberto Escóbar, sobrino de Torrico, dijo entonces que su tío nació en la calle Santa Cruz, a tres cuadras de la plaza central de Cliza y que es el único benemérito vivo en ese municipio.