Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 12:23

Tataque, velado sin féretro y funeraria une dos ataúdes

Quien en vida fue pionero de la lucha libre en Bolivia tenía problemas de salud por las lesiones y la diabetes. Impulsó a su nieto Walter para practicar la disciplina del boxeo.
Tataque, velado sin féretro y funeraria une dos ataúdes


Walter Tataque Quisbert fue velado en una camilla y cubierto por una sábana ayer en el Salón Las Perlas, ubicado en la calle Gallardo, zona norte de La Paz.

El Gigante de América recién tendrá hoy su ataúd, porque la Funararia Valdivia tuvo que juntar dos féretros para que los 2 metros con 25 centímetros descansen en paz.

Según los medios de La Paz, este cajón poco común fue construido en Santa Cruz y llegaría a La Paz hoy por la mañana.

Un retrato mostrando los puños con un peculiar sombrero se puso al frente de su cuerpo que está rodeado de flores y es acompañado por su familia, amigos y compañeros del ring.

En un ambiente de tristeza y mucho dolor, la esposa, hijos y nietos de Wálter velaron sus restos y agradecieron las muestras de apoyo que recibieron de familiares, amigos, autoridades y medios de comunicación del país.

A pesar de los problemas de salud con que el Tataque sufría en los últimos años, su deceso fue algo repentino e inesperado para su entorno.

“No pudo recuperarse de aquella operación de la vesícula. Estaba delicado. En noviembre, sufrió una caída que le ocasionó una fractura en la cadera. Todo el procedimiento de la cirugía salió bien, pero eso abrió la puerta a otras enfermedades que recrudecieron”, dijo su esposa, Martha Villa, quien se quebró ante los medios.

Por su parte, la hija mayor Fabiola indicó que el lunes “estaba lúcido y feliz porque conversaba con su compadre”.

“Pasábamos lindos momentos en familia a pesar de que su dieta tuvo que cambiar por la diabetes. Él estaba contento si bien nos decía constantemente que en cualquier momento podía partir”, cordó.

Se explicó que antes de que Walter fallezca tuvo un paro cardiorespiratorio y que la situación se tornó irreversible.

“Ocurrió todo muy rápido, pero nos dijo que se iba con Dios y que estaba feliz. Sin embargo, en enero sufrió un preinfarto. Estaba muy delicado”.

Otro de los familiares de Wálter explicó que “el jueves (mañana) tendrá su espacio en el cementerio general”, dijo su sobrino Robert Quisbert en una entrevista con el periodista Marcelo Avendaño del periódico La Razón.

Según informó la red ERBOL en su portal web, el Cementerio General de La Paz “tiene lugares como para el cuerpo del Tataque”.

Dicho espacio está disponible en el pabellón antiguo, ya que en dicho sector, hay nichos de hasta 2.40 metros de largo.

“Entendemos que estos cuarteles (los antiguos) son los ideales para Walter porque son los más grandes. Nuestros nichos modernos solo miden 2.20 metros”, explicó el administrador del recinto, Ariel Conitzer.

La idea es que el Gigante de América sea enterrado en el sector de los personajes notables para que sea recordado como un ciudadano ilustre. El Concejo Municipal de La Paz definirá esa situación en el transcurso de hoy.

“Queremos que perdure su legado”

En medio de la tristeza por la partida del Tataque, sus familiares recordaron los mejores momentos de quien en vida fue basquetbolista, boxeador y pionero de la lucha libre.

“Somos una dinastía de luchadores. Él trajo peleadores de Sudamérica. Él conocía Bolivia como la palma de su mano. Ha dado todo por Bolivia, fue campeón. Ha dejado huella. Siempre ha estado con la gente humilde”, recordó su sobrino Robert Quisbert.

“Siempre nos instruyó a entrenar. Tiene un nieto que lleva su nombre (Wálter) y sigue su legado de disciplina. Toda la vida ha dado una mano a su familia y a los boxeadores amateurs, infundiendo un espíritu de lucha”, dijo su hija Fabiola Quisbert.