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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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SENTIDO COMÚN

Las madres y sus derechos

Las madres y sus derechos
En homenaje a las ´´Heroínas de la Coronilla´´, esas mujeres, singulares en la historia, que lucharon por defender su tierra y su hogar, el 27 de mayo se conmemora el Día de la Madre

Ese día se ha convertido en motivo de ganancia para el comercio, el mercantilismo abre sus garras capitalistas para que los hijos y compañeros tranquilicen sus conciencias, hipnotizados por campañas mediáticas para dar obsequios que profundicen la naturalización del trabajo impago de la madre y para que se sienta feliz cumpliendo los roles asignados por la sociedad.
Por esta razón, necesitamos reflexionar profundamente sobre nuestras madres y nuestras actitudes, no debemos seguir repitiendo que, ´´abnegada soporta las cruces´´, pues muchas de ellas realizan el trabajo del hogar y luchan económicamente para que no falten recursos. Esas mujeres, que desde la calle en las ciudades y desde su trabajo en el campo no solo dan amor y cuidados, también son la base económica y sostén de sus familias. No nos olvidemos que tres de cada 10 familias tiene jefatura femenina en nuestro país, lo que quiere decir que es proveedora y responsable de los cuidados.
Debemos considerar que la mujer, cuando sale al mercado de trabajo, no se libera de sus roles domésticos y de cuidado. Entonces, eso significa que no le queda tiempo para participar de forma eficiente en política, para estudiar, para mejorar su participación económica o para su descanso

La madre realiza trabajo doméstico y de cuidado durante más de ocho horas al día y durante toda su vida, su jornada es muy larga y peor cuando hay algún enfermo en casa, está siempre dispuesta a resolver los problemas de cada uno. Estos cuidados son la base para la sostenibilidad de la vida, sin ellos, las personas no pueden estar listas para salir a trabajar o a estudiar. A pesar de ello, no hay un reconocimiento, ni moral ni económico, se ha olvidado la aplicación del artículo 338 de nuestra Constitución, que dice que se debe valorar el trabajo doméstico e incluirlo en las cuentas nacionales

Y así, ese trabajo que sostiene la vida, en casos de las madres que no se han insertado al mercado laboral formal, cuando llegan a la tercera edad quedan indefensas, esperando la limosna de alguno de sus hijos y continúan realizando el trabajo doméstico y de cuidado para el resto de la familia.  
Después de estas constataciones, son varias las respuestas que se necesitan: primero, debe ser la familia y, preferentemente el compañero, que comparta los roles de cuidado y domésticos para que las mujeres madres puedan tener igualdad de oportunidades para otras actividades.
Luego, el Estado debe asumir la corresponsabilidad en este tema, desarrollando una política integral de cuidados, creando centros de cuidado para niños, para abuelos y para personas con discapacidad, para que estén bien cuidados, mientras ellas trabajan en la generación de ingresos. De la misma forma, se requieren propuestas para cualificar su inserción laboral o su emprendimiento productivo.
Así también, es urgente que el Estado resuelva la injusticia de desamparo y abandono de las madres adultas que se dedicaron solo a cuidar, y que en la política de cuidados se inserte el derecho de las mujeres madres a gozar de seguridad social y de una jubilación que haga más digna y tranquila su vejez y su vida.  Ese será el mejor homenaje y reconocimiento para las madres.