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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Guerra comercial EEUU-China, una lucha por la hegemonía

Guerra comercial EEUU-China, una lucha por la hegemonía
El conflicto iniciado con la subida de aranceles por parte de EEUU a China ha transmutado en una guerra tecnológica justificada en cuestiones de seguridad nacional, tras la que los expertos consultados por EFE vislumbran una lucha por la hegemonía económica mundial con tintes de nueva "guerra fría".

Algunos analistas consideran que el hecho de que China se pueda convertir en un gigante tecnológico global a corto plazo y pueda poner en jaque la supremacía económica estadounidense ha llevado a EEUU a intervenir, prohibiendo a sus compañías tecnológicas hacer negocios con Huawei y presionando a las de otros países para que tampoco los hagan.

"Es una guerra por la hegemonía tecnológica mundial y esto en el momento actual es lo mismo que tener la hegemonía económica mundial", asegura la catedrática de la Universitat de València, la española Matilde Mas, también directora de Proyectos Internacionales Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

"Elegir Huawei como objetivo es ir directo a la joya de la corona de la supremacía tecnológica china", afirma Mas, que asegura que por ahora la guerra parece ganarla Donald Trump sin que esté claro "si va a mantener el pulso o simplemente tiene una finalidad estratégica para renegociar con China en posición de ventaja".

Para el profesor de la escuela española de negocios ESADE Robert Tornabell se trata de una nueva "guerra fría" en torno al desarrollo de las redes móviles del 5G en la que están en juego aspectos de seguridad y de propiedad intelectual, teniendo en cuenta la capacidad de intervención que el Gobierno chino tiene sobre las empresas de su país.

En su opinión, China también puede hacer daño a EEUU dado que es el primer proveedor mundial de tierras raras (metales necesarios para fabricar muchos dispositivos electrónicos), así como el mayor tenedor internacional de deuda pública estadounidense.

La catedrática Mas no tiene duda de que si EEUU mantiene el pulso "China contestará" y explica que una guerra comercial de la magnitud con la que amenaza Trump tendrá consecuencias negativas para todos los países porque "distorsionará el comercio, romperá las cadenas globales de suministro (lo que perjudicará la eficiencia), elevará los precios de importación y profundizará la división del mundo en bloques".

A su juicio, la Unión Europea saldrá perjudicada porque tendrá que elegir entre los dos bloques con una posición de "seguidor".

"Lo que está ocurriendo se parece a la lucha por el liderazgo mundial que tuvo lugar en la guerra fría tras la segunda guerra mundial entre EEUU y la entonces Unión Soviética", añade Mas, que coincide con Tornabell en que no hay precedentes de una guerra comercial de estas características.

"Esto no va de comercio, va de tecnología y de productividad", dice el subdirector de investigación de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Josep Lladós, que cree que la solución a esta crisis tendría que venir de una "gobernanza global que no tenemos".

"El escenario internacional se ha vuelto más confuso y las empresas se vuelven precavidas en materia de inversión", explica Lladós.