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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Adiós al juez que soñaba ser jugador y dirigía en el campo

Víctor Hugo Hurtado, fallecido el domingo mientras arbitraba, quiso ser futbolista y una lesión se lo impidió. Representaba a la Llajta, pero nació en Yapacaní. “Cobraba Bs 20”.
Adiós al juez que soñaba ser jugador y dirigía en el campo


Quién lo hubiera dicho. Víctor Hugo Hurtado era zurdo. Jugaba por la banda izquierda. Quería ser futbolista. Ya, luego, los caminos del destino (si este existe) lo lanzaron a los pasillos del arbitraje profesional, labor que desempeñó hasta el último día de su vida. Más que una obligación, era para él un disfrute que descubrió, por casualidad, en su adolescencia; aunque es verdad que no le temblaba el pulso cuando algún jugador se le “retobaba”.

El juez FIFA boliviano conmovió al mundo tras su deceso, acontecido el domingo. La fatalidad (su corazón no respondió más) lo encontró mientras dirigía el compromiso de Always y Oriente Petrolero, en el estadio de El Alto. No pasaba de los 34 años el muchacho que, aunque los medios locales lo identificaron como cochabambino, era, en realidad, cruceño.

En las últimas horas se viralizó una entrevista sin desperdicio que el extinto le concedió al programa radial del periodista Alex Machaca, hace apenas unos días. De acuerdo con sus propios relatos, él creció en el campo, mismo que consideraba su lugar.

Nació en Yapacaní y estudió el bachillerato en Ivirgarzama, razón por la cual sus amigos lo llamaban “chapareño”.

Su relación de amor con el fútbol existió desde que Víctor Hugo tenía uso de razón. Su máxima aspiración era ponerse los botines. Sin embargo, una dolencia hizo que redirigiera su proyección. “ Siempre fui querendón del fútbol. Lo era desde muy niño. El arbitaje llegó a mí cuando tuve una lesión de meniscos, a los 18 años, en el Trópico. Como no podía jugar y ahí no había jueces, cada delegado tenía que dirigir”.

Y sus primeras armas se dieron así, sobre la marcha, sin mayor elemento que la práctica misma ¿La teoría? Vendría mucho después, allá por 2012. “Empíricamente empecé. Me decían: ‘te vamos a pagar’. Me daban 20 bolivianos por partido. ¡Era algo maravilloso para mí! Asi llegué a ser árbitro de esa zona. Lo realizaba bien. Sabía hacer respetar mis decisiones. Siempre me gustó ser líder”.

Huérfano de madre (ella falleció cuando Víctor Hugo tenía cuatro años), no fue sino en 2005 cuando se inscribió a su primer curso oficial. “Quería ganarme mis pesitos”. Cuatro años después se mudó al Cercado cochabambino. Había sido beneficiado con una beca universitaria para estudiar Licenciatura en Biología. No era, en ese entonces, su prioridad labrar su camino para profesionalizarse en el universo del jueceo. Pero tenía un vecino, en la zona sud, que desempeñaba dicho oficio y que lo incentivó. La invitación estaba dada. Víctor Hugo aceptó gustoso. “Estuve todo un año. La zona sud tiene el equipo Ayacucho. El titular me veía dirigir y me decía que tenía buen caracter. Me invitó a la asociación”.

“Me mostré en un partido de Wilstermann y Pelota de Trapo (sub 19). Cursaba el tercer mes en el Colegio de Árbitros. Lo hice bien, a mi modo, al estilo pirata”.

La humildad, siempre su bandera. En el diálogo radial, el cruceño quiso dejar en claro que “uno no puede archivar sus orígenes”. “Uno no tiene que olvidarse de dónde viene”.

La responsabilidad, su otro estandarte personal. Desde que tomó bien en serio su tarea de impartir justicia en la cancha, “nunca llegó tarde ni faltó a un partido”. “Siempre me gustó la disciplina”.

En 2012 dirigió en la asociación y en 2017 ya recibió la insignia FIFA.

Quería que en la cancha lo respetaran. “Marcar línea”, refería el árbitro, que ayer fue velado por sus familiares en su domicilio de la zona sur.

Médico descarta “altura”

El médico de Always Ready, Erick Koziner, desechó la posibilidad de que el deceso del árbitro FIFA Víctor Hugo Hurtado se debiera a la altura del estadio de El Alto, situado a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.

En una entrevista con el Diez, de Santa Cruz, el médico, que “presenció la autopsia”, explicó lo siguiente: “La autopsia reveló un infarto agudo de miocardio, dos zonas de muerte proliferativas de células del corazón que ha provocado un edema cerebral porque no llegó oxígeno al cerebro. A partir de los cuatro minutos que no recibió oxígeno reaccionó de esta manera formando un edema”.

Segunda muerte en un mes

El fallecimiento del boliviano Víctor Hugo Hurtado fue el segundo caso de un juez que se produjo en mayo de este año. El 10 del mes en curso, el infortunio sucedió en Brasil.

El colegiado de fútbol de salón Isildo Bianchi sufrió un infarto mientras impartía justicia en el compromiso ante el Intelli y al Taubaté, dos conjuntos paulistas.

Apenas habían trancurrido dos minutos del juego, cuando Bianchi perdió el conocimiento. Así como Hurtado recibió asistencia en la cancha, también la tuvo el brasileño, quien fue llevado a una clínica en ambulancia.