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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Campaña electoral y mujeres III

Campaña electoral y mujeres III
En este tercer artículo presentamos propuestas desde el ámbito de la salud, para que sean tomadas en cuenta en las campañas y en las políticas públicas.

El derecho a la salud es el derecho humano a gozar del más alto nivel de salud, sin distinción alguna, que permita a cada persona vivir con dignidad. El derecho de la mujer a disfrutar del más alto nivel de salud debe garantizarse a través de toda su vida en igualdad con el hombre. Ella, al igual que los hombres, tienen problemas de salud, pero las sufren de manera distinta, pues tienen problemas por la frecuencia de estar en la pobreza, por la dependencia económica, por la experiencia de violencia, por la discriminación racial y de otras formas, por actitudes negativas, por la limitación para decidir sobre su sexualidad y su vida reproductiva y por su poca participación en la toma de decisiones. Estas son realidades sociales que tienen un impacto negativo en su salud, pues la buena salud es esencial para tener una vida productiva y plena.

Cuando hablamos de salud de las mujeres, es imprescindible plantear los derechos sexuales y reproductivos, que si bien son comunes a ambos géneros, hay diferencias que es necesario recalcarlas.

Para garantizar los derechos reproductivos de las mujeres, se necesita información oportuna y que la reproducción sea resultado de un proceso armónico, es decir, garantizar embarazos deseados. Evitar la mortalidad materna por causas perfectamente tratables, lograr que durante el embarazo se tenga alimentación adecuada, estabilidad emocional, libre de violencia, y condiciones de sanidad óptimas. Que las mujeres puedan tener una maternidad sana y segura, para reducir los índices de mortalidad materna. De la misma forma, se debe superar la violencia obstétrica a que están sometidas las mujeres en los hospitales, por personal poco respetuoso.

Por otro lado, es primordial que se identifiquen a tiempo problemas de salud como el cáncer cérvico uterino, de mama u otro tipo de enfermedades sexuales para lograr una atención adecuada y oportuna.

Un asunto que debe ser encarado de manera emergente es la prevención del embarazo adolescente, por las graves consecuencias para las mujeres en lo bio, psico, social y en su vida futura. Se debe tomar en cuenta la salud de la mujer a lo largo de su vida, desde el nacimiento hasta la vejez, pasando por la niñez, la adolescencia y la edad adulta.

Una de las bases del patriarcado de la subordinación de las mujeres es la dimensión sexual. El cuerpo es el espacio donde se ejerce la dominación y su apropiación y control, son los soportes esenciales de las relaciones de género en la sociedad patriarcal.

Por ello, para asegurar los derechos sexuales es necesario lograr la autonomía de las mujeres para decidir sobre su cuerpo y su sexualidad, independientemente de la reproducción, y medidas adecuadas para decidir si quiere tener hijos o no. Significa que puedan tener libertad sexual sin intromisión de valores de grupos conservadores e instituciones religiosas, en el marco del carácter laico del Estado, donde juega un rol importante el derecho al placer, como una dimensión de la sexualidad humana y de las mujeres. Entonces, la decisión sobre su cuerpo nos lleva a plantear el derecho al aborto, por lo tanto, es una obligación del Estado la despenalización social y cultural del aborto.

Otro aspecto de suma importancia en el tema de salud es trabajar por la atención y el respeto a las diversidades sexuales.

Estas son algunas de las propuestas para garantizar la salud de las mujeres de nuestro país.