Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Arroba

Este 17 de mayo se recordó/celebró el Día de Internet en nuestro país. Desde esta esquina, unas palabras para hablar y destacar las buenas acciones que se han llevado a cabo hasta ahora. Por ejemplo, Bolivia ya está en el 6to lugar en acceso a Internet en la región. También han surgido plataformas como www.intervencionesurbanas.bo, que desde la web están conectando ideas e innovación con fondos concursables. Por otro lado, si siguen el hashtag #BoliviaDigital, leerán las novedades que se están proyectando desde el Estado para mejorar las condiciones en el área tecnológica del país. Por lo mismo, tantos eventos, conversatorios, agrupaciones, desde GDG, Her Mentor, Technovation, pasando por StartupWeekend y las empresas de capacitación que se están potenciando, habilidades y presencia digital de personas y empresas en el país, que hablar y estar en Internet hoy es un desafío fascinante.

Hay aires nuevos en el país y los jóvenes están entendiendo que ellos son el motor de esta transformación. Un joven director de la Cámara de Industria de Cochabamba se ha dado a la tarea de reunir a 25 líderes de la ciudad para capacitarlos y llevar sus empresas al siguiente nivel. Otros jóvenes entusiastas están desarrollando un evento llamado Expoempleo, donde conectan empresas con talento humano. Por lo mismo, qué gusto ver rostros jóvenes detrás de niveles de decisiones, tanto en espacios privados como públicos. Un ejemplo, el nuevo secretario ejecutivo de la Alcaldía de Cochabamba, quien llega con ideas frescas y renovadas, un concurso de cortometraje filmado con celular para prevenir el bullying en adolescentes que lanzó este día.

¿Se fijan cuántas veces dije la palabra “joven?” Es que no es un tema de edad, sino de actitud a la transformación. Internet no es una barrera que nos aleja de nuevos fenómenos de consumo cultural donde, en plan hater, terminas preguntando “¿y quién es Luisito Comunica?” sino al contrario, es una manera de mantenerse activo, conectado y en aprendizaje constante. Gracias a Internet, puedo seguir de cerca en qué andan mis antiguos estudiantes (en Chile y en Bolivia) y puedo ver cuánto han crecido como personas y profesionales. Una foto con toga y birrete, un viaje a Europa, una mamá orgullosa de su bebé, una selfie en el trabajo. Soy privilegiado porque esta herramienta me permite ver ese proceso.

Internet no debería ser esa burbuja donde refuerzas tus prejuicios. No es una ventana al mundo, sino una puerta interior hacia una mejor versión de ti mismo. Internet corrobora la frase de Alvin Toffler: “Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”.