Que abra las alas y alce vuelo en el Tunari tomó unos cinco minutos, luego de abierta la jaula. Salió con cuidado. Caminó, analizando la zona. Voló.

Tunari, el nombre del cóndor de 20 años rescatado hace un par de semanas en la zona de El Paso en Quillacollo, fue liberado ayer, en la cuenca Pajcha, camino a la laguna Wara Wara, luego de haber recibido tratamiento porque estaba desnutrido.

Su rescate permitió que se le instale un GPS para, en su hábitat, poder hacer el seguimiento, con el equipo satelital, de la trayectoria de su vuelo por al menos seis meses, según el biólogo investigador asociado al Museo Nacional de Historia Natural, Diego Méndez.

Tunari fue encontrado hace dos semanas. El gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, informó que el ave estaba desnutrida y débil. El secretario de los Derechos de la Madre Tierra de la Gobernación, Gonzalo Muñoz, explicó que el animal fue atendido en el Proyecto Biodiversidad (PRO-BIO), desde donde se siguieron los protocolos de atención hasta que estuvo recuperado. Esta instancia cuenta con biólogos y veterinarios dedicados a este trabajo.

Es el cuarto ejemplar rescatado y puesto en libertad en el último semestre.



GPS El biólogo investigador asociado al Museo Nacional de Historia Natural, quien coordina un proyecto en la cordillera de Bolivia, detalló que el transmisor fue colocado en el cóndor como una mochila. “Se armó un arnés con una cinta. El chip va sobre la espalda del individuo. Es como un celular, pesa 80 gramos. Es adaptado al ave y puede continuar con su vida normalmente”. La vida media del chip es de tres años. Puede durar más o menos.

“Pero, para responder las preguntas de investigación inmediatas, con que estos cóndores nos provean de seis meses de información, nosotros estamos contentos”.

El dispositivo, que funciona con un panel solar, permitirá conocer la trayectoria del ave, los puntos de vuelo diarios, las distancias que recorre, y si su comportamiento es el mismo en época seca que en la de lluvia.

Esta tecnología permitirá obtener mejor información para la conservación del cóndor. Se podrá conocer lugares como los dormideros o zonas donde la especie se alimenta.

“Ellos no escogen estos lugares al azar, son lugares que tienen características particulares. Al conocer sus movimientos, sus trayectorias, vamos a tener esta información que nos va a permitir decidir qué zonas son prioritarias para protegerles”.



PRIMERO EN COCHABAMBA Tunari es el primer cóndor en Cochabamba y el segundo en Bolivia al que se hace seguimiento desde el Museo Nacional de Historia Natural.

Méndez describió que la primera es una hembra adulta que fue rescatada y liberada en La Paz.

“Nosotros pretendemos capturar cóndores silvestres y ponerles el transmisor. En este caso (los dos primeros) son silvestres, pero que fueron rescatados y luego liberados”.

El objetivo de los investigadores es contar con una población de más de 20 cóndores a los que se pueda hacer seguimiento.



EL AVE EN BOLIVIA Las estimaciones más recientes dan cuenta de que en la cordillera oriental, que es la más importante para la especie, hay entre 1.200 y 1.300 cóndores. De esa cantidad en la región boliviana habría unos 450.

Se trata de una especie amenazada. En Bolivia, se considera como vulnerable de extinción, por lo que es importante asumir acciones para su conservación.

Según el biólogo Méndez, entre las principales amenazas para el cóndor está la pérdida de hábitat.

“En algunos lugares se da la competencia con los perros, porque se alimentan de acarroña que, de otra forma, sería solo para el cóndor”.

Otra amenaza es el envenenamiento, que puede ser deliberado, “cuando se quiere eliminar al cóndor porque tal vez hay algún conflicto con el ganado”. Y el otro tipo es el envenenamiento accidental, “cuando se coloca carroña con veneno” para otros animales.

“Una sola carroña envenenada puede diezmar poblaciones de cóndores. Entonces, de ahí su vulnerabilidad”.

Hay normativa vigente en el departamento y el país que prohíbe el uso, venta o aprovechamiento de la vida silvestre.

Según la Constitución Política del Estado, “cualquier recurso natural es propiedad del Estado boliviano”.

El Decreto General de Veda Indefinida prohíbe la tenencia, captura, acoso de animales silvestres y sus partes derivados como cueros y otros, tanto de animales como de plantas.