Tapia dijo que de concretarse la medida, unas 500.000 familias que se dedican a este rubro quedarían sin fuentes de trabajo, por lo que pese al anuncio de nuevas leyes contra la ropa usada, el comercio de este producto siempre existirá. 

Lamentó que el Gobierno nunca haya cumplido sus ofrecimientos para que ellos cambien de rubro.

"Lamentablemente a nuestro sector no ha llegado ni un solo centavo, el gobierno incluso se ha comprometido a financiar, pero no ha llegado nada (...), recientemente hace un año nos han ofrecido transporte turístico, carpas solares, cómo podemos vivir nosotros, por eso hemos rechazado de plano, y en este momento estamos firmes en la decisión, la ropa usaba va a seguir, hagan lo que hagan, así saquen leyes", manifestó Tapia.

Según el presidente de la Cámara de Industria de Cochabamba, Antonio Fernández, la venta de ropa usada en los mercados genera pérdidas económicas de hasta 40 millones de dólares al año para las empresas textiles.

La industria textil nacional, además de la ropa usada, se ve afectada por el ingreso de prendas chinas que tienen precios muy bajos, lo que está terminando por liquidar la producción nacional, según el ejecutivo de la Confederación Nacional de Micro y Pequeños Empresarios (Conamype), Néstor Conde.