La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela aprobó ayer despojar de su fuero parlamentario a cinco diputados opositores por su implicación en el alzamiento militar de hace dos semanas, por el que ya se sancionó con la misma medida a otros siete legisladores.

El Parlamento, de mayoría opositora, no pudo sesionar ayer por una amenaza de bomba.

Más de un centenar de agentes de la policía y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) custodiaron las adyacencias del Palacio Federal Legislativo, luego de que circulara en internet una denuncia de un presunto artefacto explosivo dentro de las instalaciones.

Guaidó señaló que el Parlamento se instalará hoy incluso en las calles si es necesario. Subrayó que el objetivo del gobierno de Nicolás Maduro es "sin duda" el de "tratar de cerrar la Asamblea", el que "ahora no ha logrado y no lo va a lograr".

"Tienen la fuerza bruta, eso es un hecho, pero no vamos a renunciar al derecho de los venezolanos a tener que usar su espacio, son dos cosas distintas", añadió Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países.

El presidente Maduro afirmó que no "quiere guerra" sino "paz" tras calificar como una "provocación" la incursión de "una nave imperialista" que intentó "entrar lo más cercano a nuestro mar territorial".

"Sin lugar a dudas una provocación contra Venezuela, para probarnos, para ver que hacia nuestra Armada, para ver si tenemos miedo, si dudamos, si vacilamos en la defensa de nuestro mar, de nuestra patria", dijo en cadena de radio y televisión.

Maduro habló durante la marcha "por la lealtad militar" en el comando de la Infantería Marina en el estado Vargas. Aseguró que cuanto "más poderosa, más unida y más cohesionada" esté la FANB mayor garantía tendrá Venezuela "de integridad territorial y respeto" al país.

Los militares se encuentran en el ojo del huracán de Venezuela ante las continúas llamadas de Guaidópara que den la espalda a Maduro.