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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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COLECTIVO TELARTES

Lo que no muestra Feicobol

Lo que no muestra Feicobol
Todas las declaraciones de prensa, de directivos y voceros de la Feicobol, hablan de una exitosa versión de la Feria Internacional de Cochabamba (FIC). Sin embargo, hay un sinfín de contradicciones que en realidad no se muestran, reflejadas en el descontento de la población tras encuestas levantadas por los medios escritos más importantes de la región, con cifras que alcanzan a un 80 por ciento de desaprobación.
Y la verdad es esta. Muchas empresas ya abandonan su participación por los pocos beneficios que implica pagar un caro espacio. De las grandes transnacionales telefónicas, la empresa Tigo dejó de participar hace un par de años, Viva también lo hizo este año y Comteco, al parecer, pensó de la misma manera. Se comenta que para el año ENTEL analizará su participación ya que no cuenta con competencia presencial en la FIC. Fuera de las críticas en la organización y descontento por los precios y la exhibición de “productos del mercado” de esta versión, muchos artistas, músicos y gestores culturales expresaron su descontento con el trato que recibieron.
La agrupación musical Octavia declaró en un medio radial, al día siguiente de su presentación, su molestia con los organizadores porque no les dejaron hacer la prueba de sonido ni preparar el show que debían ofrecer, a ello se sumaba el poco público y la carente publicidad. Una esquina de las calles del campo ferial se convirtió en una batalla de sonidos estridentes de la cual la gente huía a raudales sin escuchar a los artistas que tocaban frente a frente. La descentralizada EMSA sacó del escenario municipal casi a empujones al reconocido artista Nelson Peñaranda Bach, trompetista de jazz, para jugar en el escenario con insultantes muñecos burlescos. En su teatro al aire libre, un cantante en horas de la tarde, de cara al sol, realizaba su actuación —no sabemos si remunerada o no— frente a una ausencia total de público. El cierre de la FIC fue como una “hora cívica” típica de escuela, a comparación de producciones de años anteriores, con un extraño concierto “exclusivo” de un artista francés a pesar de que el presidente de Feicobol asegurara el apoyo a los artistas locales. Un retroceso del cual el público está consciente y decepcionado. Y nos guardamos el análisis de los tributos que ya cansan, teniendo una gama tan amplia de creativos músicos y maestros compositores. Cierra un espectáculo empresarial que carecía de novedad y de muestra cultural, si esto sigue así la sigla FIC podrá denominarse Feria Internacional del Cangrejo.