El consumo y distribución de droga en los colegios, especialmente marihuana, no solo afecta a los estudiantes de secundaria, sino también a los de primaria, según reveló el representante del Defensor del Pueblo en Cochabamba, Nelson Cox.
Afirmó que la Defensoría del Pueblo detectó el consumo y distribución de droga en por lo menos cuatro establecimientos primarios de la zona sur del municipio de Cochabamba, según denuncias que hicieron llegar padres de familia.
El representante del Defensor del Pueblo en Cochabamba informó que esta institución ingresó a trabajar con el tema del consumo de droga y alcohol, vinculado con los niños y adolescentes en unidades educativas, desde la gestión 2016.
“Hemos trabajado principalmente en el sector de Sivingani (sur de la ciudad), donde existe más actividad delincuencial y distribución de droga, como la marihuana”, subrayó.
En el transcurso de 2016, la Defensoría del Pueblo confirmó que hay consumo y distribución de droga, mediante el microtráfico, en colegios secundarios.
“Pero, lo que realmente nos alarmó en la gestión 2018 fue que identificamos casos de consumo de droga, y también suministro, en escuelas primarias”, dijo.
Cox complementó que se ha confirmado que hay también consumo de droga en unidades educativas de municipios del Valle Bajo como Colcapirhua, Quillacollo, Vinto y Sipe Sipe, a donde, “lamentablemente no llega de manera sostenida el Plan Mochila Segura, como política de prevención.
Los operativos con el Plan Mochila Segura, según Cox, se realizan principalmente en Cercado, por el gran número de unidades educativas fiscales y particulares que hay, “pero se deja en estado de desprotección al Valle Bajo”.
Por ese motivo, afirmó Cox, solicitó una mayor participación de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y de la Dirección Departamental de Educación, además de las defensorías de la niñez y adolescencia.
Cox dijo que, además, los talleres de prevención, por parte de la FELCN, privilegian al municipio de Cochabamba y descuidan a los del Valle Bajo
Puntualizó que el objetivo de la Defensoría del Pueblo es articular el trabajo entre la FELCN, las defensorías de la niñez y la Dirección Departamental de Educación, “para que de una vez exista una acción acertada y reforzada en la lucha contra las drogas”.
Asimismo, señaló que se debería implementar un sistema para denunciar cuando se detectan casos de microtráfico y consumo de droga en las escuelas, de modo que se pueda detener a los que proveen estos estupefacientes.
Cox afirmó que ni los profesores ni los maestros denuncian todos los casos de microtráfico, por temor a que sus unidades educativas sean estigmatizadas, y solo se lo hace cuando hay un caso muy evidente, después de haber asumido una acción interna en el colegio afectado.
Los traficantes de droga prefieren “usar” a los niños de primaria para la distribución de droga, porque estos no tienen responsabilidad penal, a diferencia de los adolescentes que sí pueden ser procesados. “Además, los pequeños son fácilmente amedrentados”

MICROTRÁFICO “Lamentablemente tenemos mucho microtráfico (de droga) en las unidades educativas, es nuestra realidad, afirmó la jefa de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio de Cochabamba, Raquel Nogales.
Por ese motivo, esta repartición municipal, en coordinación con la FELCN, realiza operativos con el Plan Mochila Segura.
En los operativos se confirma que hay más consumo de droga a partir de los 13 años, “pero no hemos visto en primaria”.
La droga más consumida es la marihuana, pero tanbién se ha detectado la pasta base y la cocaína.
Empero, Nogales aseguró que la lucha contra las drogas es una tarea que  debe ser encarada por toda la sociedad, teniendo a la familia como pilar fundamental, con el apoyo de las defensorías de la niñez y adolescencia, las unidades educativas y otras instituciones como la FELCN.
Agregó que es determinante el rol de la familia en el proceso de recuperación de un adolescente que consume droga. “Cada caso es diferente y se debe ver si el consumo es reciente, eventual, solo los fines de semana o habitual”.
El papel de los maestros es también preponderante, toda vez que ellos están una buena parte del día con sus estudiantes y pueden identificar si alguno consume drogas o alcohol, para dar un reporte a las defensorías.
Cuando la Defensoría detecta algún caso durante los operativos del Plan Mochila Segura, se procede a realizar un abordaje psicosocial, con el estudiante y su familia.
“Es importante ver cuáles son las debilidades que hay en esa familia, para analizar los motivos por los que ese estudiante ha caído en el consumo”.
Añadió que si un estudiante consume droga es porque, lo más probable, tiene algún problema emocional o puede ser parte de una pandilla en la que le presionan para consumir estupefacientes.
Los adolescentes que consumen drogas tienen, por lo general, baja autoestima y son inseguros, que puede ser producto de haber sufrido violencia psicológica, física o abusos sexuales.
“Estos adolescentes son inseguros y necesitan aferrarse a algo y empiezan a consumir drogas, porque, además, no encuentran en su familia el soporte emocional que necesitan”.
La Defensoría de la Niñez y Adolescencia, según Nogales, organiza talleres de prevención con la temática del consumo de drogas y se capacita también a los maestros de las diferentes unidades educativas.

No hay una política de prevención

Fernando Salazar | Docente investigador UMSS
Tenemos una situación de alarma en lo que se refiere a Cochabamba y al país. Lamentablemente, se carece de una política de prevención, educación y comunicación en lo que respecta al tema de consumo de drogas, sobre todo en unidades educativas, del nivel primario y secundario, menos en la universidad, donde no hay absolutamente nada. Lo único que se tiene son operativos ilegales, anticonstitucionales como el que se denomina Mochila Segura.
Estos operativos consisten en, básicamente, el ingreso de los policías a las unidades educativas, en un operativo antidrogas, con la característica de que todos son sospechosos por la Ley 1008. Y bajo esa premisa, los alumnos son asaltados en su privacidad, sus mochilas son totalmente registradas, sus celulares incautados e incluso se hacen requisas personales.
No hay mayor violación constitucional que esta acción, que vulnera todo derecho de los niños y adolescentes.
La Policía brinda algunas charlas, muy esporádicas, sobre el tema de las drogas. El Viceministerio de Defensa Social no cumple con su rol, no cuenta, por ejemplo, con información sobre el consumo de drogas en las unidades educativas y solo actúa cuando hay una denuncia de padres o maestros. Pero, por lo general, todos intentan ocultar estos datos, cuando en sus unidades educativas se consume drogas.
En lo único que hace énfasis el Viceministerio de Defensa Social es en la organización las campañas anuales de movilización de los estudiantes con el lema “No a las drogas”, que se premia con viajes a las promociones.
Hace muchos años, a nivel mundial se dio instructivas para que todos los países con problemas de droga y alcohol, cuenten con una currícula en las escuelas sobre este tema, pero en el país no se ha implementado aún.