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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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DIOS ES REDONDO

La hora de los suplentes

La hora de los suplentes
Se puede decir todo del fútbol que nos dejó la semana pasada: sorpresiva, imprevista, injusta, frustrante, desasosegante... Se puede decir todo, salvo que fue una semana muerta o perdida u olvidable. Nada de eso. Fue una semana intensa, vívida, vertiginosa, infartante, que difícilmente olvidaremos en un buen tiempo, por buenas o malas razones

Sí, vamos a seguir hablando de la Champions (porque la Libertadores no existe más para los bolivianos), aun a sabiendas de que ya se ha dicho todo y más de ella. Que le propinó un nuevo sopapo a Messi y el Barcelona, que se dejaron remontar, y con justicia, por el Liverpool. Que puso fin al sueño de los mozalbetes sin dinero ni fama del Ajax, que por unos meses enamoraron a los futboleros que aún creen en las milagros del fútbol total. Que a la final de la Champions llegan los dos mejores entrenadores de la actualidad, el alemán Klopp y el argentino Pochettino, representantes de dos de las mayores potencias del fútbol que, curiosamente, atraviesan un momento crítico a nivel selecciones y clubes. Que, por si fuera poco con tener una final de Champions entre Liverpool y Tottenham, la Europa League se la disputarán el Arsenal y el Chelsea, como para ratificar que los ingleses son los dueños absolutos del fútbol europeo y, acaso, mundial, al menos a nivel clublístico

Habiéndose hablado de sobra de estos y otros asuntos conexos, solo se me ocurre aludir a una cuestión que me ha llamado la atención de los dos partidos de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones: el protagonismo determinantes de suplentes. Para el encuentro de vuelta entre Barcelona y Liverpool, jugado en la ciudad inglesa, muchos desahuciaron al equipo de Klopp no solo por la desventaja de tres goles de la ida, sino porque jugaría sin dos de sus titulares, figuras y artilleros, descartados por lesión: el egipcio Salah y el brasileño Firminho. En su lugar jugaron el belga Origi y el holandés Wijnaldum, que, por si se le olvidó a alguien, marcaron los cuatro goles con los echaron al Barça del torneo

Al cotejo de vuelta entre el Tottenham y el Ajax, jugado en Amsterdam, el club de Pochettino asistió sin el Kane, su capitán y goleador, al que, sin embargo, casi nadie extrañó, debido a que su sustituto, el brasileño Lucas Moura, anotó los tres tantos con los que metió al equipo inglés en su primera final de Champions. Se me ocurre que el éxito de estos combinados ingleses no solo radica en la solidez de su juego colectivo, sino también en su capacidad para renovar y alternar sus alineaciones, sin depender de individualidades ni irreemplazables. El fútbol está cambiando. Y sus protagonistas no son los mismos de siempre. Ni siquiera son los titulares de siempre.