Durante las visitas que hacemos a las promociones de algunos colegios es inevitable analizar la crisis que se vive tanto en la educación como en los valores, una crisis que día a día cala profundamente en nuestra sociedad. Esto da paso a realizar comparaciones con la “vieja escuela”, en la que, al parecer, los valores humanos y la exigencia académica primaban.

Es muy común escuchar que hay una pérdida total de los valores morales, éticos y sociales, es decir, que vivimos en una sociedad carente de valores humanos, los mismos que, según el programa “Valores humanos para vivir”, de la ONU, pueden entenderse como las cualidades y creencias que vienen anexadas a las características de cada individuo y que ayudan al mismo a comportarse de una forma determinada, asegurando una convivencia pacífica.

En este contexto, uno puede detectar claramente algunas anomalías que tendríamos en nuestra sociedad y en nuestro diario vivir, las mismas que hacen pensar que aparte de la crisis en valores, también tenemos carencias en nuestra educación.

Un ejemplo claro es la falta de educación vial que se refleja en acciones como no usar el cinturón de seguridad “porque me arruga la camisa” o “porque me molesta”, no usar el casco en una motocicleta “porque me despeina”, no usar las luces de parqueo o guiñadores para girar “porque me molesta el sonidito” o simplemente parquearme en una línea amarilla “porque es un ratito, no más”. Muchas de estas acciones concluyen en accidentes y en sanciones que por lógica deben ser asumidas por los responsables de no cumplir normas básicas, pero, sobre todo, por no ser “educados” en estos aspectos. Personalmente, me asombra y asusta que más allá de la libre opinión, haya personas que justifiquen estos actos.

Otro ejemplo se da cuando uno saluda en algún lugar público y pareciera que no hay nadie que haya escuchado, o peor aún, que las personas que sí escucharon no saben qué o cómo responder, aquí es más evidente escuchar la frase “es que en mis tiempos éramos más educados” y esto nos hace referencia a la “vieja escuela”.

Y si bien podemos entender la “vieja escuela” como una época pasada y muy desactualizada en relación con la nuestra, estoy seguro de que podemos rescatar muchos valores y tips de educación que poco a poco han ido desapareciendo o mermado.

Lo preocupante de todo esto es que cada generación que pasa adopta comportamientos cada vez más “mal educados”, es muy frustrante escuchar que profesores de colegios y directores de carreras profesionales reciban a padres de familia abogando o quejándose por haber exigido a sus hijos(as) mayor rendimiento académico o simplemente disciplina en aula.

Uno de los docentes de mi carrera solía recalcarnos que los medios de comunicación deben cumplir el rol de “informar, educar y entretener”, parece que para la mayoría de los medios solo el “entretener” quedó como prioridad y ni qué decir si hablamos de los contenidos en redes sociales.

La crisis que solemos escuchar y de la cual hablamos tanto, puede ser un resultado de olvidar prácticas de una “vieja escuela” que seguro tuvo muchos desaciertos, pero nuestra realidad no es mejor, ¿no crees que es tiempo de hacer un análisis de qué debería mejorar cada uno para dar un granito de arena a la sociedad?