Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

¿Por qué defender la Curva de Holguin?

¿Por qué defender la Curva de Holguin?
Los cerros, los árboles y los ríos son invaluables. No podemos seguir aplanando montañas, talando árboles y construyendo sobre aires de río y áreas verdes en detrimento del medioambiente y deteriorando la calidad de vida de la población.

Toda ciudad necesita nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante. La Paz tiene apenas 3m2 de áreas verdes y 5m2 de asfalto por habitante. No estamos en contra de proyectos económicos, pero estos deben desarrollarse de manera transparente, cumpliendo las normas y precautelando los intereses de la ciudad y no solo de los privados.

Son momentos duros para nuestra gestión, pero La Paz necesita saber la verdad. La confianza en la gestión pública o en un partido se construye a partir de la práctica cotidiana. Requiere capacidad crítica y una respuesta clara frente a cualquier indicio de irregularidades o de corrupción. Requiere predisposición a investigar y transparentar las cosas.

Pero, lo que más me impresiona, aquello que nunca concebí decirle a alguien es que su posición es correcta, pero que no era el “momento oportuno” para denunciar. ¿Qué haría usted si sabe que su denuncia puede ser utilizada por un adversario político (en el caso de La Paz, el MAS), solo tiene dos opciones, callarse y hacerse de la vista gorda o buscar la verdad y esclarecer estas irregularidades.

Yo opté por no callar y buscar la verdad, y denunciar los problemas identificados en los trámites de Edwin Saavedra en la Curva de Holguín, lo hice pensando que el alcalde y mi bancada iban a acompañar esta decisión. Se tiene que investigar y Luis Revilla, como alcalde y líder de Soberanía y Libertad tiene que ponerse al frente de la investigación

Yo no estoy complotando contra nadie, pero no pueden esperar que guarde silencio en este momento. No podemos salir a responder y decir que todo está bien, que todo está perfecto, o como dicen de la manera más simple que esto es un complot.

Lo que nos hace diferentes no es que seamos infalibles, es la manera en que enfrentamos y asumimos los errores personales o cómo actuamos frente a indicios de responsabilidades en la administración pública. ¿Los tapamos pensando en que si los reconocemos los demás van a sacar rédito político o investigamos hasta el fondo? No cabe duda, una buena gestión se construye sobre la verdad, no sobre el silencio.