La Feria Internacional de Cochabamba, en su 36 versión, abrió sus puertas para mostrar a los miles de visitantes que lleguen hasta el recinto ferial de Alalay las innovaciones, ofertas y servicios de decenas de empresas nacionales y extranjeras.

Esta vitrina empresarial se inauguró anoche y estará abierta hasta el domingo 5 de mayo, con la participación de 1.508 empresas de 34 países.

Los organizadores afirmaron que en los próximos días se generarán oportunidades de negocios entre los expositores y visitantes, se mostrará las últimas novedades en tecnología y se podrá disfrutar del arte, la cultura y la música.

Con el lema “Nuevos mercados, grandes negocios”, los empresarios están optimistas, como todos los años, de superar las cifras conseguidas en las versiones anteriores. Se prevé que más de 310.000 visitantes lleguen hasta el campo ferial, la generación de 29.000 empleos directos, indirectos e inducidos, y superar la cifra de intenciones de negocios del año pasado, que alcanzó 157.6 millones de dólares.

Estas cifras son indicadores de la importancia que tiene la Feria Internacional, no solo en el movimiento económico que generan las empresas locales, sino, principalmente, en la creación de fuentes de empleo en diversos rubros.

Desde el transporte público, hoteles y alojamientos, vendedores de comida y proveedores de diferentes servicios de Cochabamba podrán beneficiarse con lo que inviertan miles de personas que visiten el recinto ferial y de otros tantos que llegan hasta la ciudad con el propósito de participar en este encuentro.

Muchas familias, que venden alimentos o refrescos, aquellas que se dedican a cuidar vehículos, o quienes venden juguetes en los alrededores, logran generar ingresos por los días que se abre la Feria Internacional.

Además, se debe tomar en cuenta a los obreros y técnicos, que arman los stands y a quienes atienden en las diferentes empresas, como promotores y modelos.

En fin, este es un evento de suma importancia para Cochabamba, que tiene un gran efecto dinamizador para la economía local y, por lo tanto, debe ser mejorado por los organizadores y apoyado por el público.

La población de Cochabamba, y quienes estén circunstancialmente por este valle durante los días que dure la Feria, tienen una cita en el recinto ferial, para informarse de las novedades, adquirir algún bien o solamente disfrutar de un espectáculo.

El precio de las entradas es de 30 bolivianos para mayores y 10 en el caso de menores de entre 5 y 12 años. El sábado sube a 40 para mayores. Las personas con discapacidad y adultos mayores de 60 años entran gratis.

En este encuentro internacional participan rubros de servicios, decoración, telecomunicaciones, educación, turismo, informática, construcción, tecnología y un largo etcétera.

El reto, de ahora en adelante, debe ser el de mejorar la infraestructura del recinto ferial, y en un futuro pensar en llevar la Feria Internacional a un espacio más grande, donde puedan instalarse más pabellones, porque el de Alalay quedará en poco tiempo muy pequeño.

Lo importante será que los cochabambinos cuidemos este patrimonio y que aportemos para su crecimiento, porque eso, directa o indirectamente, nos beneficia a todos.