Durante la audiencia de apelación a la detención preventiva en el caso consorció, el abogado Jhasmany T.L. se mostró educado y se dirigió a los vocales con respeto. Sin embargo, tras conocer la resolución de que volvería a Chonchocoro y que no podría apelar esa decisión, aceptó hablar con los periodistas y optó por amenazar con revelar, en dos semanas, los nombres de autoridades implicadas.

“Me he dado cuenta, y tal vez he percibido mal, o bien, que para vencer los riesgos procesales de obstaculización de los numerales 1, 2 y 3 del artículo 235 (del Código de Procedimiento Penal), que me relaciona esencialmente a los jueces y a ese vínculo de amistad que tenemos, y cómo podría influirlos, para vencer eso tendré que declarar contra todos los jueces o los fiscales que considerare yo que han sido parte de un consorcio que puede existir o no. Si se me quiere orillar por temas de familia y salud a vencer mi moral y declarar al que perjudique a jueces y fiscales, puede o no suceder. Pero, si llega a suceder, se quedan sin jueces ni fiscales”. Después, el abogado del diablo, como es conocido en ámbitos judiciales, dijo que no cree en la verdadera justicia del Código, sino en la que está en el libro El Príncipe, de Maquiavelo.