Ya tenía (y tiene) el entrenamiento encaminado para asistir al Campeonato Nacional de Mayores, en Lima, Perú. Principalmente por ello, Salomé Mendoza ha decidido no retroceder, pese a las circunstancias. “Que Dios me acompañe. Voy a dar todo”.

En las últimas semanas no se venía sintiendo bien. Tampoco encontraba explicación a la gradual baja que observaba en su rendimiento. La primera alerta que recibió llegó luego de su participación en la San Silvestre de Sao Paulo (Brasil), en diciembre pasado.

Aún cuando el esfuerzo puesto en los ensayos previos fue extremo, los resultados en tierra paulista no han sido los ansiados. En las recientes 10K Presidente Evo sucedió lo mismo. En resumen, Salomé sacó cita con el doctor y este dio con la tecla el domingo pasado: la atleta arrastraba una infección.

Fue así como no perdió tiempo y, desde esta semana, la maratonista comenzó un tratamiento que la dejará al 100 por ciento .

Con el propósito de superar su marca en los 5 mil metros (en la pista), Salomé se trasladó ayer hacia la capital incaica, donde el viernes comenzará la aventura.

“Todo este tiempo hemos estado entrenando para la pista. No es en calle”. Para ella, el hecho de que ambas pruebas no se efectúen sobre el cemento no representa algo desconocido. Y, si bien sabe que las peruanas son fuertes en resistencia, tampoco se siente intimidada.

“Tengo buenos tiempos. En 5 mil hice 16 minutos con 35 segundos en Santa Cruz, en 2018. Si voy a Perú es para mejorar ese tiempo. El nivel de las locales es alto, pero no hay miedo. Ellas cuentan con dos piernas. Yo también”, dice, desafiante y llena de optimismo.

El doctor le dio el “ok” para competir en las dos especialidades y la atleta, que forma parte del programa Tunkas, tiene fe en que todo marche como lo deseado, sobre todo por el tiempo invertido en los ensayos.

Deja su suerte en manos del Ser Supremo y levanta bandera, un tanto triste porque cree que “a veces, el deportista es visto de forma superficial, como una suerte de “máquina de resultados o podios”, sin que se considere todo lo que hay detrás (sacrificio, inversión económica y tiempo).

“Ya estoy diciendo: ‘si ahora voy es porque todo ya se ha hecho. Que Dios me acompañe. Voy a dar todo”.



MUCHA BUROCRACIA El plan Tunkas, diseñado y llevado a cabo por la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), el Ministerio de Deportes y el Comité Olímpico Boliviano (COB) de manera colectiva, prevé un seguro médico para los beneficiados.

Sin embargo, la necesidad de la cochabambina la condujo a decidir ser asistida por profesionales médicos particulares. Esto, a fin de eludir el proceso burocrático que podría suponer dar parte al programa.

“Quería hacerme atender ya nomás. Tuve que ir a un particular. Si vas al Viedma, te hacen esperar horas. Para el seguro tienes que hacer llamadas. Te derivan a oficinas. De todos modos, ahora me siento más calmada. Debo esperar mi evento. Sé que me voy a poner bien”. Salomé pide que el tema del seguro tenga bases concretas y que las autoridades estén conscientes de que los deportistas se encuentran sujetos a la fragilidad que supone viajar con frecuencia.

“Somos personas, no solo atletas. Como viajamos constantemente, estamos vulnerables a lo que nos pueda pasar”.