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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Incendios que destruyen el patrimonio

Incendios que destruyen el patrimonio
El incendio suscitado en la catedral de Notre Dame, en París-Francia, atribuido según las primeras investigaciones a un accidente en las obras de restauración, abrió el debate sobre la seguridad preventiva del patrimonio cultural y natural ante los peligros de un incendio.

Además de lo sucedido en Francia, se difundió por las noticias un incendio en el Monte del Templo, cerca de los Establos de Salomón, en la ciudad de Jerusalén, que fue controlado, y un gran incendio forestal en México.

En la historia se registran algunos incendios trágicos como el de la Biblioteca de Alejandría, en el año 48 a.C.; el gran incendio de Roma, en el año 64 d.C.; la antigua catedral de San Pablo en Londres, en 1666; el Palacio Real Alcázar de Madrid, en 1734; la iglesia de la Compañía de Jesús en Santiago de Chile, en 1863; la Biblioteca Nacional de Sarajevo, quemada en 1992; la Iglesia de San Francisco en Valparaíso, que se incendió en tres oportunidades 1993, 2010 y 2013; los incendios en la ciudad de Valparaíso de 2014 y 2017; como también el Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, que ardió en septiembre de 2018, entre otros.

En Cochabamba, la población recuerda algunos incendios. En 1994, la tienda de colchones ubicada en la calle 25 de Mayo; en enero de 2007, el provocado al actual edificio de la Gobernación en la plaza principal 14 de Septiembre; en 2008, la fábrica de sombreros de la calle Sucre y los consecutivos incendios forestales en el Parque Tunari.

Lo acontecido en el mundo, y en nuestro contexto, nos obliga a tomar más atención con la prevención de incendios en nuestra ciudad. Si en países con mayor acceso a nuevas tecnologías, ocurren grandes desastres, en nuestro caso este tipo de incidentes son aún más trágicos. Existiendo la urgente necesidad de implementar en los edificios patrimoniales y públicos sistemas contra incendios, así como establecer campañas permanentes para la prevención de incendios en áreas forestales.

Debemos tener mayor cuidado con nuestro patrimonio cultural y natural; planificar y destinar presupuestos públicos para su valoración, gestión, mantenimiento, conservación y restauración, así como diseñar protocolos adecuados a ser activados en caso de surgir alguna emergencia.