El diseño es un elemento diferencial en el mercado de los nuevos televisores. A las pantallas que se camuflan o los paneles que se enrollan hay que sumarle la apuesta de Bang & Olufsen: un televisor con altavoces que se despliega como si fuese una mariposa.

Es que Beovision Harmony está concebida como una pieza de diseño, un elemento clave de decoración en el hogar, combina el trabajo artesanal con altas prestaciones de sonido y vídeo.

Cuando está apagado, o únicamente se está escuchando música, la pantalla OLED de 77 pulgadas de LG C9 reposa sobre el suelo parcialmente cubierta por dos paneles frontales elaborados en roble y aluminio; éstos son los encargados de convertirse en el centro de sonido de la habitación, no sólo de el televisor.

Una vez que se desea ver la televisión y se enciende, estos dos paneles se despliegan y se abren en abanico para pasar a tener una disposición horizontal; al mismo tiempo que la pantalla se eleva a una altura ideal para el visionado. Una vez que se apaga el televisor, la coreografía se ejecuta en orden inverso para volver a la posición inicial.

La pieza, que llegará este año al mercado a partir de 18.500 euros, estará disponible con un frontal en combinaciones de madera de roble y aluminio, o de tela en Grey Mélange en mezcla de dos acabados y aluminio, ambas con dos opciones de ubicación: bien en soporte de suelo o de pared.