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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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L a tercera es la vencida: el rey Nole se arrodilla ante promesa

Luego de un inicio flaco en el torneo de Montecarlo, Novak Djokovic, el número uno del mundo, se hizo echar por el joven ruso Daniil Medvedev en los cuartos de final.
L a tercera es la vencida: el rey Nole se arrodilla ante promesa


No marcha bien el “rey” Nole, quien ayer “mordió el polvo” en cuartos de final del torneo de Montecarlo. Se dio, así, el dicho que reza que “la tercera es la vencida”.

El ruso Daniil Medvedev se encargó de despachar al serbio Novak Djokovic en los cuartos del campeonato, en Mónaco, al someter al número uno del globo, por primera vez, después de tres derrotas.

En una jornada condicionada por el viento, el moscovita se impuso en tres mangas, por 6-3, 4-6 y 6-2. Lo hizo en dos horas y 20 minutos.

Por primera vez en su carrera, Daniil Medvedev comparecerá en las semifinales de un Masters 1000, con una perspectiva ilusionante: su siguiente rival será el serbio Dusan Lajovic, número 48 en el ránking mundial. Dannil es el 14 y viene de liquidar al primer favorito.

Errático con el servicio, dubitativo en la estrategia y recurrente en las dejadas, Nole arrancó en desventaja. Cedió el primer parcial tras entregar en dos ocasiones su saque.

El adverso 6-3 obligó a Djokovic, dos veces campeón en Montecarlo, a subsanar sus errores y a revitalizar la apática versión que venía ofreciendo en el certamen.

Lo logró en parte. Solo en el segundo set.

El jugador de Belgrado elevó su porcentaje de primeros saques del 53 al 82 por ciento y castigó las concesiones de su oponente con el segundo. Una rotura le bastó para equilibrar el duelo, a la espera de la tercera y definitiva manga.

Novak, quien este curso ganó el Abierto de Australia por séptima vez derrotando en su camino a Daniil, entre otros, no pudo ahora con el joven representante ruso.

Medvedev es, con merecimiento, uno de los semifinalistas del Masters 1000 de Montecarlo.

Por su parte, Rafael Nadal evitó el naufragio ante el argentino Guido Pella (7-6(1) y 6-3)), un primerizo capaz de llevar al límite al español, que sufrió más de lo esperado para alcanzar las semis.

El Principado disfruta de una edición plagada de sobresaltos. En octavos se estancaron el austríaco Dominik Thiem, el griego Stefanos Tsitsipas y el alemán Alexander Zverev, potenciales aspirantes al triunfo. En cuartos, antes de que el campeón vigente saltara a la pista, Djokovic dijo adiós.

El torneo se quedó sin sus principales créditos, a excepción de Nadal, que padeció una tarde agitada ante un adversario sólido, entusiasta, inmerso en la mejor temporada de su vida y que no quería desperdiciar una ocasión única.

Rafa, que había cedido únicamente cuatro juegos en su anterior compromiso ante Pella (6-2, 6-1 y 6-1 en el pasado Roland Garros), se encontró ante un escenario distinto.

El balear no la pasó nada bien al principio. Se topó con un adverso 1-4, sin juegos al servicio, aunque luego sacó a relucir sus crédito y salió con el boleto entre manos.