Unas siete mil familias en el Trópico de Cochabamba se dedican a la producción de palmito. La mayoría tiene serios problemas debido a la falta de mercados.

El presidente de los Productores, Dieter Vilca, dijo que desde noviembre del año pasado tienen dificultades porque la demanda de Argentina, su principal mercado, disminuyó debido a la crisis económica.

Esa situación obligó a los agricultores a pedir al Gobierno que les ayude a buscar nuevos compradores. Había un compromiso para que se hagan envíos a Venezuela; sin embargo, hasta el momento no se concretó ninguna transacción comercial.

El asesor general de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Rolando Morales, informó que desde septiembre de 2018 tenían previsto vender un promedio de 70 contenedores de palmito a ese país aliado de Bolivia, pero la falta de algunos documentos y otros requisitos frenan esa negociación.

Autoridades gubernamentales y productores se reunieron ayer para buscar soluciones al problema de forma conjunta.

Los agricultores dieron un plazo hasta el 30 de junio para que se oficialice o no el interes de los venezolanos en el palmito del Trópico cochabambino.

También pidieron al Viceministerio de Política Tributaria agilizar los certificados de exportación. Deberían salir en 90 días, sin embargo, no se cumple.

En Cochabamba hay siete empresas que se dedican a la producción de palmito, cinco son emprendimientos privados y son los que se dedican, principalmente a la exportación. Las otras dos son estatales y no tienen dificultades porque copan el mercado nacional.