DESDE AFUERA
La inmigración desintegra a la familia hondureña
15 de abril de 2019 (04:59 h.)
La inmigración de miles de hondureños que todos los años abandonan su país con el fin de llegar a Estados Unidos por la falta de empleo y la inseguridad, rompe cada vez más el tejido de la familia en la nación centroamericana
En el pasado reciente el drama de dejar a sus familiares para irse a aventurar a Estados Unidos no era tan traumático, porque para la mayoría la única razón que tenían era económica y se iban en busca del llamado "sueño americano" al "país de las oportunidades"
Pero en los últimos años, con el incremento de la violencia en su país, en gran medida causada por bandas criminales y "maras" (pandillas), los miles de inmigrantes hondureños que salen cada año ya no se van por el "sueño americano", sino clamando por un empleo y huyendo de la muerte, aunque muchos han perdido la vida entre Guatemala y México en su intento por llegar a EEUU
Durante muchos años, la inmigración irregular rondaba un promedio de 50 personas diarias, pero esa cifra fue aumentando hasta unos 150 o más, según organismos defensores de los derechos de los inmigrantes
Cuando la violencia criminal no había arreciado en Honduras y había más oportunidades de empleo, aunque siempre con bajos salarios, muchos de los inmigrantes se fueron a Estados Unidos pagando dinero a traficantes de personas, conocidos como "coyotes"
Los "coyotes", antaño eran considerados en sus pueblos como "buenas personas", porque llevaban a muchos hondureños pobres hasta los Estados Unidos sin mayores problemas
Eso incluso era motivo de alegría en muchos hogares, máxime si el objetivo del familiar que se iba "mojado" (de manera ilegal y por tener que cruzar el río Bravo entre México y EEUU) era por unos pocos años para ganar dinero y regresar después a invertirlo en algún negocio, comprar una casa o cualquier otra cosa rentable
De esa manera, muchos hondureños se independizaron económicamente y creen que valió la pena separarse de sus seres queridos por algún tiempo, aunque muchos se quedaron para siempre en EEUU y no fueron pocos los deportados al ser descubiertos por autoridades migratorias después de estar viviendo varios años de manera ilegal en ese país
Así también fueron creciendo las remesas familiares que los inmigrantes hondureños que viven en Estados Unidos, con sus papeles en orden o de manera ilegal, envían a los suyos en Honduras
Ahora, esas remesas representan cerca del 25 por ciento del Producto Interior Bruto de Honduras, con ingresos que en 2018 rondaron los 4.000 millones de dólares. Este año se esperan más
Pero aquellos tiempos han cambiado mucho por las bandas criminales con las que los inmigrantes centroamericanos y de otras nacionalidades se topan, principalmente entre Guatemala y México, donde los "coyotes" y otras mafias criminales imponen sus leyes
Los inmigrantes en general sufren en la ruta múltiples violaciones, además de ser víctimas de extorsión y son muchos los que han sido asesinados.
En el pasado reciente el drama de dejar a sus familiares para irse a aventurar a Estados Unidos no era tan traumático, porque para la mayoría la única razón que tenían era económica y se iban en busca del llamado "sueño americano" al "país de las oportunidades"
Pero en los últimos años, con el incremento de la violencia en su país, en gran medida causada por bandas criminales y "maras" (pandillas), los miles de inmigrantes hondureños que salen cada año ya no se van por el "sueño americano", sino clamando por un empleo y huyendo de la muerte, aunque muchos han perdido la vida entre Guatemala y México en su intento por llegar a EEUU
Durante muchos años, la inmigración irregular rondaba un promedio de 50 personas diarias, pero esa cifra fue aumentando hasta unos 150 o más, según organismos defensores de los derechos de los inmigrantes
Cuando la violencia criminal no había arreciado en Honduras y había más oportunidades de empleo, aunque siempre con bajos salarios, muchos de los inmigrantes se fueron a Estados Unidos pagando dinero a traficantes de personas, conocidos como "coyotes"
Los "coyotes", antaño eran considerados en sus pueblos como "buenas personas", porque llevaban a muchos hondureños pobres hasta los Estados Unidos sin mayores problemas
Eso incluso era motivo de alegría en muchos hogares, máxime si el objetivo del familiar que se iba "mojado" (de manera ilegal y por tener que cruzar el río Bravo entre México y EEUU) era por unos pocos años para ganar dinero y regresar después a invertirlo en algún negocio, comprar una casa o cualquier otra cosa rentable
De esa manera, muchos hondureños se independizaron económicamente y creen que valió la pena separarse de sus seres queridos por algún tiempo, aunque muchos se quedaron para siempre en EEUU y no fueron pocos los deportados al ser descubiertos por autoridades migratorias después de estar viviendo varios años de manera ilegal en ese país
Así también fueron creciendo las remesas familiares que los inmigrantes hondureños que viven en Estados Unidos, con sus papeles en orden o de manera ilegal, envían a los suyos en Honduras
Ahora, esas remesas representan cerca del 25 por ciento del Producto Interior Bruto de Honduras, con ingresos que en 2018 rondaron los 4.000 millones de dólares. Este año se esperan más
Pero aquellos tiempos han cambiado mucho por las bandas criminales con las que los inmigrantes centroamericanos y de otras nacionalidades se topan, principalmente entre Guatemala y México, donde los "coyotes" y otras mafias criminales imponen sus leyes
Los inmigrantes en general sufren en la ruta múltiples violaciones, además de ser víctimas de extorsión y son muchos los que han sido asesinados.