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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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LAS VÍCTIMAS DEBEN SUPERAR AL MENOS 7 EMOCIONES PARA DENUNCIAR

Experto: El acoso sexual es aún un tabú en las universidades

Algunos docentes ofrecen puntos a cambio de citas y hasta les proponen relaciones íntimas. Los afectados no demandan por temor a reprobar una materia y “ser señalados” por su entorno.
Experto: El acoso sexual es aún un tabú en las universidades


Los casos de acoso sexual en las universidades son una realidad y no solo en Bolivia, sino en el mundo. Algunos docentes ejercen abuso de poder sobre sus estudiantes para pedirles desde citas hasta relaciones íntimas a cambio de aprobar una materia.

Raúl Albán, un experto en violencia sexual, apuntó que el acoso sexual en las universidades continúa siendo un tabú (conducta moralmente inaceptable por una sociedad o grupo de personas) y que la víctima debe enfrentar al menos siete emociones para demandar a su agresor.

La denuncia de una joven de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) contra un catedrático indignó a las autoridades y a la población estudiantil, hace unos años. La universitaria acusó de acoso sexual a un docente que dictaba una materia durante los cursos de verano. Sustentó el asedio con una grabación que presentó a la Federación Universitaria Local (FUL). El denunciado fue suspendido.

Sin embargo, esa denuncia solo fue una muestra de lo que sucede al interior de las aulas. Hay acusaciones que van desde acoso hasta violaciones. Las víctimas en su mayoría son mujeres, pero también los hay del género masculino. “Este delito, penosamente, se comete en todo lado. No diferencia género ni estratos sociales. La afectada no puede con lo emocional y se le dificulta enfrentar una situación de acoso o violación”.



LUCHA El experto manifestó que la víctima debe enfrentar sus emociones y “armarse de valor” para luchar contra su entorno y presentar una denuncia, en este caso, contra el docente agresor.

Entre las emociones que el afectado debe afrontar está la vergüenza, el acoso del entorno social, el desequilibrio sentimental, el miedo, la frustración y la impotencia.

Albán señaló que, en su mayoría, tras un hecho de acoso o violencia sexual, el universitario abandona sus materias o reduce su rendimiento académico. Además, tiene problemas familiares y con su entorno.

El experto indicó que la mayoría de las denuncias “quedan en nada”. Sostuvo que es importante conocer las causas del por qué no prosperan las demandas dentro las universidades, como en el sistema penal.

El ejecutivo de la FUL de la UMSS, Wilmer Mejía, señaló que recibieron varias denuncias, en años anteriores de acoso sexual, pero que ninguna llegó a una sentencia penal. “En el camino, los estudiantes tranzaron con los docentes. Algunos se disculparon y terminaron aceptando porque los procesos eran burocráticos”. Acotó que los casos que atendieron los hicieron conocer, pero hay otros que se “arreglan internamente”.