Desde la captura de una red de falsificadores de medicamentos en Desaguadero, frontera con Perú, las autoridades han emprendido acciones para decomisar una infinidad de productos que circulan en diferentes ciudades del país y que podrían ser altamente dañinos para la salud de los bolivianos.

En los operativos realizados, se ha decomisado una variedad de medicamentos que eran comercializados, principalmente, en los mercados, como si estos fueran los lugares indicados para su venta.

En los mercados no solo se han retirado fármacos falsificados, sino también originales y que, según denuncias, algunos laboratorios que fabrican estos productos son los que les proveen.

Esta situación es realmente alarmante, porque los fabricantes saben, por demás, que los fármacos deben ser comercializados en las farmacias y por profesionales del área.

No por nada hay una infinidad de farmacias y cadenas de farmacias en distintos barrios de las ciudades del país, para precisamente vender los productos y, en algunos casos, bajo la estricta entrega de la receta médica.

Claudia Villazón, representante de farmacias de la zona sur de Cochabamba, reclamó, en una entrevista con la red televisiva ATB, la actitud de algunos laboratorios que llevan los fármacos para la venta hasta los mercados, no solo de Cochabamba, sino de las provincias.

Si bien no se revelaron nombres de empresas que realizan esa actividad, las autoridades del área deben tomar cartas en el asunto e investigar.

Ningún laboratorio debería proveer fármacos a comerciantes que no tienen la debida formación para su manejo.

Existe la carrera de Bioquímica y Farmacia, donde las personas estudian al menos cinco años para contar con un título en provisión nacional y manejar los fármacos.

Asimismo, las autoridades están obligadas a no bajar la guardia y retirar todos los fármacos originales, falsos o de contrabando de todos los centros de abasto, los cuales, insistimos, no son lugares aptos para su comercialización.

Para nadie es desconocido que los mercados, lamentablemente, carecen de higiene. Es más, en reiteradas oportunidades y durante las limpiezas realizadas, se han detectado roedores y otro tipo de animales que abundan en el lugar.

En ese marco, es que de aquí en adelante, ningún puesto de venta de los mercados debería tener estos productos. En esa línea, tanto los responsables del Servicio Departamental de Salud (SEDES) como personal de la Intendencia Municipal están obligados a realizar un continuo control para decomisar los fármacos, así se trate de una simple aspirina o un alka seltzer.

La lucha contra la comercialización de fármacos falsificados, de contrabando y en los mercados es una tarea de todos.

Desde las empresas fabricantes, pasando por las autoridades del área de salud, las farmacias y los consumidores deben aunar esfuerzos para combatir este problema.

El negocio de los medicamentos es millonario y ello hace que también existan gigantescas redes de gente inescrupulosa que lucra con la salud de las personas.

Esperemos que las investigaciones de la Policía y el Ministerio Público sigan a pasos más acelerados para dar con los criminales que falsifican medicamentos. Así como en el narcotráfico, existen peces gordos que todavía no han caído y que permanecen escondidos para seguir lucrando con la vida de las personas.