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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Contrainteligencia policial

Contrainteligencia policial
El contraespionaje o contrainteligencia es la actividad para evitar que el enemigo obtenga información secreta, tales como la clasificación y el control cuidadoso de información sensible y crear desinformación.

Esa es una de las tres medidas que el Gobierno ordenó ejecutar al nuevo comandante de la Policía Boliviana, general Yuri Vladimir Calderón Mariscal, para erradicar la corrupción que lamentablemente impera en la institución del orden.

Junto a la contrainteligencia, se prevé implementar respuestas y mecanismos de control cruzado y dispositivos de reacción inmediata.

“Necesitamos respuestas y mecanismos de control cruzado, dispositivos de contrainteligencia, dispositivos de reacción inmediata, porque cuando un policía delinque está ofendiendo a una de las instituciones fundamentales del Estado, está deshonrando el verde olivo que debe ser sagrado”, indicó el ministro de Gobierno, Carlos Romero.

Con estas medidas se pretende poner freno a la corrupción que se ha detectado en distintos niveles de la Policía y que, lamentablemente, día que pasa aparecen hechos cada vez más escandalosos.

En este año se detectó un caso en la Academia Nacional de Policía (Anapol), en el que el mismo presidente Evo Morales ordenó anular los exámenes de admisión a estudiantes, ya que existían graves indicios de corrupción y estaban involucradas altas autoridades de la institución.

Otro caso escandaloso fue el del excomandante de Oruro, Rommel Raña, acusado de conformar una red de protección al contrabando junto con policías, militares y civiles.

Raña es investigado por el Ministerio Público por los delitos de cohecho pasivo propio y beneficios en razón de cargo. La exautoridad fue aprehendida el 7 de marzo, porque además habría realizado cobros para que varios de sus camaradas accedieran a puestos estratégicos.

Otro de los hechos en los que se vieron involucrados uniformados de la institución fue en la muerte de un ciudadano chileno.

A esto se sumó el terrible suceso que ocurrió en la cárcel de Rurrenabaque, Beni, donde una ciudadana brasileña habría sido violada por custodios del recinto penitenciario.

A estos, hay que añadir los innumerables casos de abuso de autoridad, coimas y violencia contra la mujer.

En reiteradas oportunidades, el ministro Romero admitió que en la institución hay serios problemas y, aunque asumió algunas acciones, estas lamentablemente no dieron resultado.

Sin embargo, con las nuevas medidas adoptadas y la decisión de una mano dura contra la corrupción y otras irregularidades, ojalá que la situación cambie.

Desde hace mucho tiempo, la imagen de la Policía Boliviana está por los suelos.

Un informe del Defensor del Pueblo, difundido en 2018, da cuenta que la Policía aparece entre las instituciones que más denuncias tiene sobre violación de los derechos humanos y corrupción.

Ahora que hay un nuevo comandante, ojalá que la situación comience a cambiar y, esta vez, la autoridad obedezca las instrucciones que el ministro de Gobierno le ha dado.

Si no hay cambios, lo más probable es que los casos de corrupción continúen y otras autoridades nuevamente sean posesionadas.

Los mandatos se cumplen, caso contrario, los designados también deberían ser procesados y sancionados.