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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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¿Perros peligrosos?

¿Perros peligrosos?
La muerte de una niña de cinco años, atacada por un perro rottweiler, abre una vez más el debate de si se debería permitir o no la tenencia de razas consideradas peligrosas y qué acciones se deberían asumir al respecto.

Los que defienden a estas mascotas afirman que, si son bien criadas, no son peligrosas y, al contrario, se convierten en protectoras de los niños.

Sin embargo, cabe aclarar que la víctima de cinco años fue atacada en su hogar, cuando estaba sola, por lo que nadie puede garantizar que una mascota no reaccione en contra de sus propios amos.

Los padres no deberían dejar solos en casa a sus hijos pequeños, porque en los últimos dos años se conocieron de varios ataques de perros de razas peligrosas.

Por su parte, quienes afirman que estas razas son peligrosas argumentan que su instinto agresivo se desencadena en el momento menos pensado, y acusan a los propietarios por las consecuencias.

La muerte de la niña en Sacaba debe permitir que reflexionemos acerca de este tema, con la mayor imparcialidad posible, porque ambos grupos tienen algo de razón.

Un dato que preocupa es que cada día se reportan 30 casos de mordeduras de perros en Cochabamba, no solo de razas peligrosas sino también de las mestizas.

Por ejemplo, el viernes 29 de marzo, una adolescente de 13 años fue mordida por perros mestizos, también en Sacaba, que le infligieron heridas de gravedad en el brazo derecho.

La adolescente fue atacada por cuatro perros cuando iba a recoger a su hermano de cinco años al colegio. Un albañil logró rescatarla a duras penas, pero la víctima tenía desgarros profundos en la piel.

La adolescente, además del dolor que siente aún por las heridas, se encuentra muy triste porque piensa que su sueño de ser chef puede frustrarse, si no recupera totalmente la movilidad de sus dos brazos.

La proliferación de perros en las calles eleva la posibilidad de que las personas, especialmente niños, sean atacados, por lo que es importante que quienes crían a estas mascotas las tengan a buen recaudo en sus hogares o, en su caso, cuando tengan necesidad, las saquen a la calle con una correa y, si es necesario, con bozal.

Es irresponsable que los propietarios suelten a sus mascotas en la calle, porque ni ellos saben cómo puede reaccionar el animal.

Asimismo, se debería erradicar el negocio de crianza de perros, especialmente peligrosos, porque quienes están detrás de este lucrativo negocio maltratan a los animales para beneficio propio.

Asimismo, los peleas que se realizan en forma clandestina, con perros de razas peligrosas, deben ser identificadas y los promotores sancionados como señala la vigente Ley 700.

Tener una mascota de raza peligrosa en el hogar es una responsabilidad que debe ser asumida por los propietarios, y si alguien sufriera un ataque ellos deberán responder, tal como señala la Ley de Tenencia de Perros Peligrosos para la Seguridad Ciudadana (553), que establece prohibiciones y sanciones.

Consideramos que no se debe satanizar a los perros de razas peligrosas, pero tampoco se puede tomar a la ligera su crianza, porque, lamentablemente, tienen una mordida mucho más fuerte cuando atacan y, en algunos casos, son producto de la manipulación del hombre, lo que les convierte en más agresivos, más aún si no están bien criados.