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Periódicos que esperan

Periódicos que esperan
Lo viejo atrae, más aún cuando hablamos de libros, textos, hojas o documentos. Ese amarillo oscuro de las páginas delgadas tono mate, decoradas con la tinta que dibujó letras con una máquina de escribir que, entre toda la rapidez del escritor, marcaron errores que hábilmente fueron corregidos para volar a imprenta y volverse periódicos, son aún parte de algún rincón de ciertas bibliotecas de nuestra ciudad

Bajo esa descripción, todavía hallamos en algunas bibliotecas como la Municipal “Jesús Lara” o la de la carrera de Economía de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), colecciones de los periódicos El Heraldo y 14 de Septiembre, los cuales datan como parte de los principales referentes de la prensa nacional.
El periódico El Heraldo comenzó su circulación el 13 de abril de 1877, dos años antes de la Guerra del Pacífico, mientras el 14 de Septiembre data de 1882

El Heraldo correspondía a la imprenta que llevaba su mismo nombre. El periódico era dirigido y redactado por su propietario Juan Francisco Velarde.
La frecuencia de su entrega era de tres veces por semana, moviéndose entre noticias locales y nacionales que generalmente eran crónicas de índole cotidiano y que, al igual que varias correspondencias, muchas veces eran redactadas a manera de poesía.
Durante la Guerra del Pacífico, el periódico publicaba correspondencias sobre la guerra y estrategias gubernamentales. En cuanto al acontecer internacional, generalmente se remitía a curiosidades. Así también, en una gran mayoría de los números se hallaban los espacios culturales destinados a la poesía o literatura para dar cobertura a escritores locales como a notorias poesías internacionales.
Entre las publicaciones locales, se llegan a divisar poesías de Adela Zamudio, como “La vida”, que es firmada con su seudónimo Soledad y publicado el 16 de septiembre de 1881

El 14 de Septiembre era un periódico semanal que se manejó bajo el slogan de “periódico independiente. Órgano de la juventud” que, al igual que El Heraldo, se sustentaba de suscripción, tarifa de avisos y remitidos, los que eran cancelados a José Quiroga S.
Este periódico tenía corresponsales en La Paz, Oruro, Sucre, Potosí, Tarija, Tupiza, Santa Cruz, Tacna, Totora, Punata, Tarata y Colquechaca. Además de las noticias locales y nacionales que hacen a un diario, el 14 de Septiembre no dejaba de lado el sector de poesía o literatura, al que se daba amplia cobertura. Por ejemplar, se puede percibir hasta unos tres poemas, o poemas que llegan a ocupar hasta una plana del periódico

Si uno quiere sonreír, soñar, recordar los relatos de los abuelos, reconstruir las rutas de los viejos tranvías, enterarse de las voces, pensamientos, rumores, chismes y sucesos noticiosos cochabambinos, nacionales y mundiales de hace casi 150 años, hay periódicos esperando en la biblioteca; pero sobre todo, también esperan para ser revisados como documentos de investigación

Los periódicos aún tienen mucho por decir, y en sus páginas ocultan datos y señas de historias poco exploradas.