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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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DESINFORMACIÓN LLEVA A RECHAZO DE ATENCIONES

Con SUS, pacientes peregrinan hasta por 5 hospitales

Enfermos aún van primero a centros de tercer nivel y no a postas, como norma el nuevo sistema de salud.
Con SUS, pacientes peregrinan hasta por 5 hospitales





Anastasia Lícito, una mujer adulta mayor de 74 años, con el descenso de matriz a cuestas, tuvo que recorrer cinco hospitales para ser atendida.

Su situación de salud requería de una cirugía, pero la urgencia no fue entendida por médicos, enfermeras ni personal de salud que rechazaban darle atención porque “no tenía nota de referencia del centro de salud de primer nivel que ahora exige el Sistema Único de Salud (SUS)”.

El nuevo sistema de salud señala que los enfermos deben asistir primero al centro básico de salud y, si el caso es grave, serán derivados a hospitales de segundo o tercer nivel. El SUS rige desde el 1 de marzo y hasta ahora no se conoce de ninguna campaña de información masiva sobre pasos o procedimientos para la atención.

Anastasia desconocía que, tras enfermarse, debía recurrir primero al centro de salud de su barrio, es más, ignoraba que existía el SUS porque el dato no llegó hasta la recóndita Villa Primero de Mayo, en el alejado Distrito 9 de Cochabamba, allí donde las construcciones son a criterio de los pobladores, allí donde ella tiene una pequeña tienda de venta de tostados, pito, haba o papel higiénico.

Ella no pasa de 1.40 de estatura, es delgada. Sus trenzas son grises y un desvencijado sombrero cubre su cabeza.

Anastasia llegó adolorida y tímida hasta la puerta de Emergencias del hospital Viedma de la calle Venezuela. La acompañan Beatriz y Fabiola, dos de sus hijas. Una de ellas va con un par de niñas. Son las 9:48 de la mañana del 8 de marzo.

La persona que la atendió tenía una bata blanca y un barbijo. Pidió la nota de referencia del centro de salud de primer nivel. Ellas se miraron, no entendieron, pero explicaron que mamá Anastasia está mal.

El de la bata blanca insistió: “pero ¿dónde está la nota de referencia?, sin eso no podemos atenderla”.

Anastasia explicó, casi entre sollozos, que “algo se había salido por abajo, por la vagina”.

Ninguna explicación sirvió. Solo recibió la recomendación de que vaya a su centro de salud o busque otro hospital.

Las tres mujeres y dos niñas se dirigieron entonces al Hospital Gastroenterológico, en la misma calle Venezuela. Allí recibieron las mismas respuestas.

Fabiola sugirió ir al hospital Cochabamba. Subieron a un taxi y en el trayecto Anastasia contó que empezó a sentirse mal dos días antes. Creyó que solo era un dolor de estómago. Se friccionó con Mentisan. Pero el 7 de marzo fue al baño y algo se desprendió al orinar. Sus ojos enrojecieron. Así la encontró su hija Beatriz.

El dolor se refleja en el rostro de Anastasia. El cansancio de los años se nota en su lento andar.

En el hospital Cochabamba, al bajar del vehículo, en la calle Nataniel Aguirre y Montes, el taxista recomendó: “No se muevan de aquí hasta que la atiendan. Exijan”.

Pero su adolorida condición no fue argumento suficiente para que Emergencias del hospital Cochabamba la acepte de inmediato.

Un grupo de personas busca también atención. Tras unos 20 minutos, una joven enfermera escuchó a Anastasia que quiere ver un médico. “¿Está usted embarazada?”, preguntó a la mujer de 74 años. No fue recibida y sugirieron que vaya por otra puerta. Allí el médico Víctor Flores repitió las explicaciones y solo accedió a dar una ficha, ante la pregunta que hizo este diario del por qué Anastasia no podía ser considerada como caso de emergencia.

“Emergencia es cuando el caso es fortuito, como un accidente de tránsito, una caída o algo así. Esto es un descenso de vejiga.

Dijo que a partir de la nueva normativa del SUS, los pacientes deben ir primero a su centro de salud cercano. “Pero estamos en proceso de ajuste y organización. Cuesta engranar. La gente no conoce”.

En la puerta se lee un comunicado que dice que todo paciente “deberá acceder obligatoriamente a través de los establecimientos de salud de primer nivel de atención al subsistema público”.

A las 13:15, Anastasia aún esperaba en una banca. Se durmió por el cansancio. Finalmente a las 17:00 un médico le dijo que debía ir a la posta de su barrio. Las mujeres fueron hasta el hospital Pucarita, con la misma suerte.

Llegaron al hospital Primero de Mayo, de su zona, casi al anochecer, donde le recetaron óvulos. Dijeron que necesita operación.

Ayer, Anastasia decidió no hacerse la cirugía “porque mucho caminar es”.

SUS

El Sistema Único de Salud determina que todas las personas deben ser atendidas gratuitamente en los hospitales, pero establece procedimientos que la gente desconoce.