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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 12:23

LA DISCIPLINA ARTÍSTICA TIENE SUS ORÍGENES HACE MÁS DE 3 MIL AÑOS EN MESOPOTAMIA. LA MUESTRA, QUE SE DESARROLLA EN CASA TOSCANA, OFRECE OBRAS EN SIETE TÉCNICAS DE 17 AUTORES.

Exposición revela legado y diversidad del grabado

Exposición revela legado y diversidad del grabado





El grabado es una de las disciplinas de las artes plásticas más antiguas y que más posibilita la experimentación del autor. Así lo demuestra una exposición en Casa Toscana (calle Santiváñez No. 134 entre Ayacucho y Junín), donde se exhiben alrededor de 40 grabados de 17 artistas que trabajaron en siete técnicas.

La muestra puede ser vista de lunes a viernes de 15:00 a 21:00 horas, los sábados de 10:00 a 13:00, y los domingos con cita previa. Estará abierta hasta el viernes 5 de abril.

Samuel Maita, José Bayro, Ana Barroso, Hans Hoffmann, Silvia Salazar, Carlos Cordero y Jesús Florido son algunos de los nombres que hacen parte de la exposición. Las obras fueron trabajadas en las técnicas de xilografía (tallado en madera), agua fuerte, agua tinta (ácido), punta seca (cobre), linografía (linóleo) y serigrafía (tinta).

También están disponibles piezas de la colección de Casa Toscana, como grabados africanos impresos sobre papiro y uno del catalán Castells Marti, quien aporta con una xilografía pintada en acuarela. “La idea (de la exposición) es contrastar las distintas estrategias para el grabado. Existe un número variado de técnicas que no siempre son dominadas en su totalidad por los artistas, porque son difíciles de manejar. Algunos se inclinan por la xilografía y la linografía, que en un principio son similares, y otros van por las técnicas que usan metal y ácido, como el agua fuerte y tinta. Finalmente, otros van a lo inmediato y único, que serían los monotipos, una sola versión, pero hechas también como impresión”, explicó Rodrigo Velarde, galerista de Casa Toscana.

A pesar de esta diversidad, Velarde indicó que todas parten del principio común que es “realizar el trabajo en una superficie, y que la obra emerja cuando haces la impresión”.

La mayoría de las piezas están a la venta (otras pertenecen a colecciones privadas). El rango de precios es amplio, abarca desde los 25 bolivianos hasta los 300 dólares (“La comparsa 69” de Carlos Cordero).

HISTORIA La intención de grabar sobre distintas superficies aparece en el Paleolítico, con motivos ritualísticos; sin embargo, el grabado tiene su origen como reproductor ilimitado de imágenes en Mesopotamia, hace más de 3 mil años. Eran utilizados como cuños distintivos, pues cada diseño tenía inscrito la palabra de su portador, a modo de firma. Llegó a occidente con las placas de cobre francesas, en el siglo XIX.

Algunos grabadores históricos son Goya (quien desarrolló su trabajo más personal en series de grabados como “Los caprichos” o “Los desastres de la guerra”), Picasso (de quien se subastó un linograbado el martes por más de mil dólares) y Rembrandt. El día internacional del grabador se conmemora en la fecha del nacimiento de este último (15 de julio).

Por otra parte, uno de los expositores, Samuel Maita, indicó que la técnica del grabado requiere tener “la concepción de la obra muy definida”. En sus obras, no solo experimenta con la matriz, sino con los soportes. Su trabajo sigue un proceso metodológico, ya que la xilografía es uno “de los métodos del grabado más voluntario”.

Transformación

Es a partir del siglo XIX, cuando el grabado alcanza el valor artístico que hoy se le otorga. En épocas pasadas era considerado un arte menor (artesanía).