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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Es hora de frenar la violencia sexual

Prevención. Al margen de las duras sanciones que se tienen que imponer a los violadores, se deberían implementar acciones para prevenir este delito.<BR>
Es hora de frenar la violencia sexual
La difusión de un video mediante WhatsApp, en el que se ve a una joven en estado de inconsciencia siendo vejada sexualmente por varios hombres, es una nueva alerta de que la sociedad boliviana está entrando en una espiral de violencia que no puede ser contenida por padres y menos por las autoridades encargadas de brindar seguridad a la población.

Este nuevo caso, que aparentemente ocurrió en los días de Carnaval, según el diario El Deber de Santa Cruz, se suma al aborrecible episodio conocido como La Manada boliviana, en el que un grupo de jóvenes violó a su compañera, aprovechando que la misma se encontraba en estado de inconsciencia.

Lo más preocupante es que, con seguridad, no son los únicos casos ocurridos en el país, hay decenas que se perpetran cada año, pero que no se denuncian debido a que las víctimas tienen el comprensible temor de ser más bien ellas las que vayan al banquillo de las acusadas, porque tienen vergüenza de que las señalen con el dedo acusador, porque no confían en la justicia o porque simplemente saben que los que han cometido este crimen tienen poder y dinero y, al final, saldrán impunes.

La Fiscalía de Santa Cruz investiga este último caso de violación grupal, de oficio, y exhortó a la joven vejada a presentar la denuncia para dar con los criminales y castigarlos con las penas máximas de cárcel que señala la ley.

El Ministerio Público ofreció a la víctima medidas de protección para que no sufra represalias y se guarde la mayor reserva de su identidad.

Según información que difundió El Deber, en el video se logra ver los rostros de los violadores y algunas señas distintivas, como tatuajes, por lo que se espera que se los pueda detener y someter a un proceso en la justicia ordinaria.

Cuando se hizo público el caso de La Manada boliviana, el 19 de diciembre de 2018, tanto el Gobierno como la opinión pública expresaron su indignación y exhortaron a que se detenga la violencia en el país, especialmente contra mujeres y niños.

Al margen de las duras sanciones que se tienen que imponer a los criminales que cometen violaciones, se deberían implementar acciones para prevenir este delito, mediante políticas integrales estatales, en las que estén involucradas todas las instancias posibles.

El Gobierno nacional, los departamentales y los municipales, además de las instituciones y organizaciones de la sociedad, deberían conformar una coalición, con propuestas serias, para evitar este delito que destruye la vida de las mujeres y de sus familias.

En el caso de La Manada boliviana es deplorable, así como sucede en la mayor parte de los casos de violación, que sean los mismos familiares o amigos cercanos a las víctimas los perpetradores, cuando se supone que deberían ser quienes cuiden y protejan a las mujeres.

Las violaciones en nuestro medio son, lamentablemente, tan recurrentes, que cada día se presentan como promedio en los noticieros dos o tres casos, al margen de los que no se denuncian y quedan en la impunidad.

Lamentablemente, el elevado número de casos de violación que se cometen está convirtiendo a este delito en una estadística más, a la que la gente ya no le presta atención, a no ser que un caso tenga repercusión por los medios.

Un buen punto de partida será enseñar en el hogar y en la escuela a respetar los derechos de los demás, a no ser violentos con los otros.