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DE FRENTE

Avances y retrocesos en 35 años

Avances y retrocesos en 35 años
El 8 de marzo de 1984, como homenaje al Día Internacional de la Mujer, oficialmente fue inaugurada la Oficina Jurídica Para la Mujer (OJM), una organización no gubernamental concebida como un espacio al que las mujeres cuyos derechos no eran reconocidos o se hallaban vulnerados podían acudir y desde el que se incida para que las normas jurídicas dejen de ser de uso casi exclusivo de abogados para ser accesibles a la comprensión de todas las personas, en particular de las mujeres.

A lo largo de estos 35 años se obtuvieron logros importantes como hacer visible el carácter androcéntrico de muchas leyes, la interpretación sesgada de los/as operadores de justicia basados en prejuicios y estereotipos de género, el incumplimiento a los compromisos adquiridos por Bolivia a tiempo de ratificar los tratados de Derechos Humanos. Se desarrolló un modelo de atención de calidad y con mucha calidez humana para víctimas de violencia machista, discriminación y explotación laboral. Se implementaron programas de formación básica en conocimiento de derechos dirigidos a mujeres, llegando a formar defensoras de derechos humanos en el área urbana y rural.

Lo que se esperaba era que esos modelos de intervención sean adoptados e implementados por todos los municipios del país; sin embargo, se impusieron el desinterés, la falta de compromiso sincero para construir una sociedad en la que la igualdad y la equidad entre mujeres y hombres sea una realidad, y lo que hoy existe son instancias carentes de recursos humanos en cantidad y calidad y sin presupuestos; en consecuencia, con escasa utilidad para las mujeres y la sociedad. No existe voluntad política para recoger la experiencia acumulada a lo largo de tantos años.

Al presente, las amenazas de retroceso en el ejercicio y protección de los derechos de las mujeres son evidentes, como todo lo social, sus demandas y aspiraciones son medidas en clave electoral y entre tanto no se asegure un apoyo incondicional, el abandono a las políticas de género tiende a profundizarse para volver a un pasado de dominio patriarcal absoluto. Las señales de este retroceso son evidentes y abundantes como ser el incremento de las violaciones sexuales, los feminicidios, la violencia en las relaciones de pareja, la discriminación laboral, acoso sexual, acoso político, la proliferación de discursos sexistas y otros que, para colmo, son festejadas por mujeres en ejercicio del poder político.

Esperemos que no tengamos que esperar otros 35 años para que la igualdad sea una realidad.