En muchos países hay preparativos para recibir al 8 de marzo que es declarado como el Día Internacional de la Mujer. En primer lugar, es esperado por las feministas que quieren reafirmar su lucha, porque en nuestra realidad sigue vigente el sistema capitalista, machista y patriarcal que oprime a las mujeres. Y también ahora, por los políticos que quieren ganar el voto femenino y ofrecen beneficios, aún estén en contra de sus principios conservadores y neoliberales. Esto sucede en España, por ejemplo. Para nadie el tema de la desigualdad de género es un asunto superficial, es una cuestión que tiene ver con el desarrollo, la justicia y con la vida misma.

Lo cierto es que, en esta fecha en el mundo entero se recuerda a las obreras de Chicago que fueron quemadas vivas por reclamar mejores salarios y mejores condiciones de trabajo, por ello se afirma que los avances son producto de una histórica y ardua lucha feminista.

En nuestro país tenemos logros especialmente a nivel legal, se ha incluido en la Constitución el principio de equidad de género para Vivir Bien, la inclusión y la no discriminación en razón de género y se han elaborado varias leyes como la Ley Para Garantizar a las Mujeres una vida Sin Violencia, la Ley Contra el acoso y Violencia política, la Ley Contra toda forma de Discriminación, a nivel electoral el principio de paridad y alternancia y otras medidas que si bien han empezado a cambiar las relaciones entre mujeres y hombres, todavía existen duras resistencias y sutiles oposiciones, en los hechos sigue vigente el sistema patriarcal. Por esta razón, el año 2018 a iniciativa de mujeres de la asamblea y del Gobierno, se ha realizado un proceso participativo de talleres en todos los departamentos, con el objetivo de recoger demandas de mujeres, orientadas a la despatriarcalización. De esta forma se puede disminuir las brechas y los imaginarios que persisten en las autoridades, en los hombres en general y en las acciones, pues si cae el patriarcado toda la sociedad se transforma.

Este proceso ha tenido como corolario el Decreto Supremo Nº 3774 que crea el Servicio Plurinacional de la Mujer y de la Despatriarcalización, Ana María Romero de Campero, para que formule Políticas despatriarcalizadoras. Este Decreto establece una estructura, organización y funciones, pues no solo se hará cargo de hacer el seguimiento y monitoreo de todas las políticas de despatriarcalización y de la transversalización a favor del ejercicio efectivo de los derechos económicos sociales políticos y comunicacionales de las mujeres. También insistirá en la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia.

Le espera una difícil tarea a esta instancia del Estado, porque el desafío es que desde el Estado y la sociedad se transforme ese sistema androcéntrico, de los imaginarios simbólicos donde se desvaloriza el ser mujer, se desprecia su aporte porque desde la visión masculina es más rentable construir grandes infraestructuras de cemento antes que cuidar la vida. Entendemos que es un tema complejo, pero no imposible y se tiene que realizar los esfuerzos necesarios empezando por la educación y la comunicación, porque para cambiar las mentes de los humanos hay que recorrer un largo camino.

Lo sustancial es que hay decisión política, presupuestos y las mujeres no descansarán por conseguir más igualdad y más humanidad, para vivir y convivir bien.