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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DIOS ES REDONDO

Bipolaridad escarlata II

Bipolaridad escarlata II
Por tercera semana consecutiva, esta columna se dedica a pasar revista a la actualidad de Wilstermann. Una licencia que solo la participación del equipo rojo en la Libertadores podría justificar. Y es que su debut en el principal torneo continental de clubes, que se cerró con un empate a cero ante Boca Juniors en el estadio Félix Capriles, ha dejado más incertidumbres que certezas. Aun habiendo más optimismo que antes del encuentro, las dudas persisten.

Wilster hizo un partido regular ante el subcampeón de la Libertadores 2018: mejoró su performance liguera, fue superior y mereció ganar, pero tampoco por mucho. El onceno dispuesto por Miguel Ángel Portugal apostó por provocar y aprovechar los descuidos del rival, que llegó a Cochabamba con más complejos por la altura que ideas de juego. El único del cuadro local que intentó buscar el arco de Andrada con iniciativa y resolución fue el Pochi Chávez, acaso acicateado por jugar ante el equipo en el que se hizo un nombre y alcanzó sus mayores glorias. No fue suficiente. No le acompañaron la puntería ni sus compañeros.

En Boca casi ninguno de los jugadores hizo un partido a la altura de un club con su historia y categoría. El periodismo argentino quiso convencer(se) de que Tevez fue el mejor (?) de los xeneizes, una afirmación que cualquiera que haya estado en el partido, Apache incluido, desmentiría. Para qué sorprenderse de los juicios de los “especialistas” argentos, menos aún indignarse. Si el episodio que más resaltaron del cotejo fue el penal que no se habría cobrado en favor de los bosteros en el primer tiempo, además de la consabida altura, no había por qué esperar algo de equilibrio o sensatez de sus “análisis” del partido que se jugó el martes de Carnaval. Si algún jugador visitante mostró algo más que miedo a ahogarse en Cala Cala fue Buffarini, que, durante el primer tiempo, corrió e intentó desbordar por la banda derecha. No siempre le salieron las cosas, pero al menos parecía con ganas de ganar. El que sí se portó como un caballero fue el técnico de Boca, Gustavo Alfaro, que reconoció los problemas propios y las virtudes ajenas. Y como correspondía, se deshizo en elogios por el Pochi.

El Imperio Escarlata juega hoy ante San José por el Apertura. Habrá que ver si las señales alentadoras del juego ante Boca dicen algo más. De este lance y del que dispute en la semana ante Atlético Paranaense, por una nueva fecha de la Libertadores, dependerá que tengamos más certezas que dudas, como viene pasando con los Rojos desde que empezaron 2019 bajo la conducción de Portugal.