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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

Mujeres y el salto a la presidencia

Mujeres y el salto a la presidencia
A pocas horas de discutir –más que celebrar– alrededor de otro Día Internacional de la Mujer, veamos qué perspectivas tiene la participación política de ellas en nuestro medio. ¿Avanzamos o continuamos estancados en algunas pocas figuras con proyección, sin que ello se traduzca en un papel decisivo y creciente?

Creo que es obvio para todos que hoy en el Perú estamos más cerca de lo segundo y muy lejos de un escenario que promueva el importante aporte que las mujeres pueden significar para el manejo de la cosa pública y la toma de decisiones desde el gobierno.

Estuvimos cerca, pero no lo suficiente: desde el año 2001 tuvimos cuatro procesos electorales en los que una mujer alcanzó posiciones expectantes para ganar la presidencia –primero Lourdes Flores, luego Keiko Fujimori–, cada vez más cerca, sí, y no alcanzó. Ahora, mirando al 2021, el panorama es incierto. Keiko podría volver a competir, pero sus opciones están muy debilitadas.

Verónika Mendoza no cuenta –nuevamente– con un partido inscrito, por lo que apelará a otro “vientre de alquiler” con los riesgos que ello entraña.

Nadine Heredia, abocada a los procesos anticorrupción que tiene junto a su esposo, ha dejado saber que no será candidata.

En una segunda línea, la vicepresidenta Mercedes Araoz abrigó quizás el afán de volver a postularse (lo hizo con el Apra a inicios del 2011 y renunció poco después de su lanzamiento, por discrepancias con la cúpula aprista), pero el descalabro político de Pedro Pablo Kuczynski afectaría sus posibilidades si tuviera interés en suceder por la vía de las urnas a Martín Vizcarra.

Otras opciones con cierta visibilidad, como la congresista Marisa Glave o la ex gobernadora regional Yamila Osorio (que alcanzaría 35 años en el 2021), o carecen de un partido inscrito que las promueva o no aparecen en las encuestas.

Sin embargo, las últimas tres décadas de nuestra historia política nos enseñan que no se puede descartar a nadie.

Además, restan 18 meses hasta el inicio de la próxima campaña presidencial.

Como vemos, las posibilidades de una mujer con favoritismo para llegar a Palacio de Gobierno son inciertas.

Volviendo a Fujimori, no solo son las acusaciones alrededor del Lava Jato peruano y los aportes a su campaña los que la perjudican, sino en buena medida el rol desplegado por su bancada parlamentaria en los últimos tres años.

Revertir ese pasivo será muy difícil. Ojalá que la incertidumbre anotada motive a más mujeres con visión política, preparadas y modernas, a participar y poner su mira en la presidencia.

Este es el momento. Siempre será cuesta arriba y mucho más difícil que para los hombres, pero el país necesita de ellas.

Tomado de elcomercio.pe