El presidente Evo Morales volvió a sorprender. Hace más de una semana, en una concentración nacional con los militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS), en Cochabamba, reveló que pedirá al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que adelante o retrase las elecciones generales programadas para el 27 de octubre.

Sustentó el planteamiento en que ese mismo día se realizarán procesos eleccionarios en Argentina y Uruguay, y que se debe garantizar que los bolivianos en esos países, principalmente en el primero donde hay miles de compatriotas, puedan ejercer su derecho sin ningún problema.

Las voces de rechazo al planteamiento no se hicieron esperar. Los cívicos del país señalaron que el Presidente “pretende prorrogarse y perpetuarse en el poder “con el adelantamiento o postergación de las elecciones.

El pedido del Primer Mandatario pone en aprietos al Órgano Electoral que ya viene de capa caída, debido a los problemas derivados de las últimas determinaciones en materia electoral y también por la renuncia de varios vocales e incluso de la propia presidenta Katia Uriona. El vicepresidente del Tribunal Electoral, Antonio Costas, señaló que “no es momento  para hablar exactamente de la fecha en la que tiene que convocarse para este proceso de elecciones, porque esto va a estar condicionado, fundamentalmente, a temas administrativos de contratación, que son los más complicados dado que el Órgano Electoral no tiene decretos de excepción”.

Agregó que la convocatoria virtualmente se llevaría adelante 150 días antes del proceso de votaciones.

Anunció que el 20 de este mes se reunirán para coordinar todo lo concerniente a los comicios de octubre. Sin embargo, se conoce que recién en mayo sería evaluada la solicitud del Jefe de Estado.

Considerando que todo proceso electoral es complejo, el del 27 de octubre lo será aún más, ya que el Tribunal Electoral tiene serios cuestionamientos por una supuesta parcialidad con el partido en función de Gobierno.

En varias oportunidades, los opositores también denunciaron que el Movimiento Al Socialismo tiene una gran influencia en las decisiones del TSE. La institución aludida siempre rechazó esas aseveraciones y reiteró que es un organismo imparcial y garantizó la transparencia en su trabajo.

Revisando antecedentes, podemos definir que en los últimos años el Órgano Electoral ya modificó una vez un proceso. Fue en el año 2017 para las elecciones judiciales.

En esa oportunidad, el Legislativo y el exTribunal Supremo Electoral, hoy TSE, modificaron la fecha del 22 de octubre por el 3 de diciembre.

Un experto señaló en una radio de alcance nacional que administrar un proceso de elecciones generales no es un tema simple y que las autoridades electorales tienen que tomar todas las previsiones y considerar también una posible segunda vuelta electoral.

Considerando la delicada situación que está pasando el Órgano Electoral y viendo que el país ya vive un proceso marcado por la polaridad, urge que las autoridades electorales definan de una vez si darán luz verde al pedido del Presidente o no. Los bolivianos necesitan tener certidumbre y estar seguros de la transparencia para las elecciones que se avecinan.