Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Celebremos el Carnaval sin talar árboles

Celebremos el Carnaval sin talar árboles
El Carnaval es una fiesta para divertirse y disfrutar. En el caso de Bolivia, es oportunidad para mostrar la riqueza cultural y folclórica en las entradas que se realizan en diferentes ciudades del país.

Es también un momento para que muchas personas realicen algunas actividades económicas propias de esta festividad. Por ejemplo, la venta de asientos para ver las coloridas y llamativas entradas folclóricas.

Sin embargo, ello no implica que los que comercializan los asientos para que los espectadores participen del evento, talen árboles que supuestamente perjudican la instalación de enormes graderías.

Es totalmente reprochable lo que ha sucedido en Oruro, donde se denunció que varios árboles fueron talados para que las graderías sean instaladas.

Asimismo, algunos comerciantes que no tienen conciencia de la importante que son para el medio ambiente y la vida misma, cortaron las ramas y parte de la copa.

A esa gente, por lo visto, solo le interesa el dinero y no así los árboles que son escasos en la Capital del Folclore de Bolivia.

Allá no es tan sencillo que los árboles crezcan como en los valles y en el oriente del país. La Alcaldía orureña realizó plantaciones en diferentes zonas de la ciudad para aumentar la vegetación, incluso, colocó una especie de carpas para protegerlos y evitar que las bajas temperaturas los afecten.

Sin embargo, gente inescrupulosa y que ve al Carnaval solo para hacer dinero, ha decidido cortar algunos que habían en la populosa Avenida del Folclore, 6 de Agosto, por donde hoy pasa la entrada.

El año pasado, en Cochabamba se registró similar situación en la avenida Ramón Rivero, donde tres álamos fueron talados para que los comerciantes pudieran instalar sin problemas las famosas graderías.

¿Quién o quienes dieron la orden para la tala de esos hermosos álamos que tardaron más de 20 años en crecer? En su momento, personal de la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Recreación Alternativa (Emavra) dijo que eran viejos y que no tenían razón de seguir en la avenida.

Lo curioso de este caso es que Emavra decidió proceder con la tala de los tres álamos justo días previos a la realización del Corso de Corsos y en momentos en que se instalaban las famosas graderías. ¿Muchas coincidencia no?

Esperemos que este año no suceda los mismo y que las autoridades impidan cualquier intento de cortar las ramas y, en casos extremos, talar algunos árboles.

Ahora que comenzó la venta de los sitios para la instalación de las graderías, los encargados de velar por el medio ambiente no deben permitir que los comerciantes cometan cualquier infracción.

Es más, tampoco deben permitir la instalación de sillas que afecten a las jardineras de la avenida Heroínas, donde lamentablemente se observan severos daños.

Todos debemos aprender a respetar y a cuidar las áreas verdes, principalmente, los árboles. Son fuentes de vida, porque permiten combatir el cambio climático; asimismo limpian el aire, proporcionan oxígeno, refrescan las calles y la ciudad.

Para quienes no saben, principalmente para aquellos comerciantes que no valoran, los árboles ayudan a prevenir la contaminación del agua, a evitar la erosión del terreno. Asimismo, protegen a los niños de los rayos ultravioletas, son parte del hábitat para la vida silvestre, entre otros.

Por esas y otras razones, se debe impedir cualquier intento de cortar los árboles, sea ahora o después.

Hay leyes que los protegen y las autoridades deben hacerlas cumplir.

Ojalá que este año las cosas sean diferentes y que Emavra se dedique a cuidar, en lugar de cortarlos.