Cochabamba es el segundo departamento del país con más causas judiciales sin concluir. En 2018, resolvió 149.014, pero dejó pendientes 106.974.

El dato fue proporcionado por el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, José Antonio Revilla Martínez, en la rendición pública de cuentas final 2018.

Cochabamba inició este año con 58 por ciento (106.974) de casos sin resolver es el segundo porcentaje más elevado del país. Le antecede La Paz que concluyó 237.861 juicios, pero dejó 440.729 sin llegar a sentencia.

Santa Cruz está en tercer lugar con 92.835 procesos concluidos y 86.151 que no fueron tratados.

De las 149.014 causas resueltas en Cochabamba, 8.702 corresponden a la salas; 96.469 , de la capital; y 43.843 de provincias.



LAS CAUSAS El Presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) explicó que este desfase se debe a las acefalías de jueces. “Ahora están siendo cubiertas esas vacancias. Además, hay una excesiva cantidad de procesos que tiene Cochabamba. Se harán reajustes correspondientes. Debemos ver mecanismos para obligar a las partes litigantes a concurrir a las audiencias y que no sean solo una formalidad”.

Revilla se refirió a que los cochabambinos piden llegar a conciliaciones, pero luego desaparecen y no se presentan a las audiencias.

Agregó que el tema fue encargado al magistrado Esteban Miranda para que vea la forma de resolver. “Esperemos que en el transcurso de este año se ajuste esos lapsos óptimos de tiempo para que no excedan de un medio año la tramitación del proceso”.

En tanto, el presidente del Tribunal Departamental de Justicia, Pio Gualberto Peredo, señaló que cada día los tribunales departamentales resuelven más y más causas. pero que no concluyen.

“El fenómeno inverso es que cada vez hay más ingresos de causas, lo que dificulta ponerlas al día o nivelar. Es una muestra de que Cochabamba y los ejes requieren más juzgados para despejar la carga rocesal. Resolvemos causas y aparecen muchas más. Seguimos resolviendo y siguen apareciendo y es por el crecimiento demográfico y la situación de gente que siempre le gusta litigar”.

Agregó que persevera una cultura litigante de la población que prefiere ir a los juzgados antes de agotar las instancias de conciliación.