El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, advirtió ayer que “los días del tirano Nicolás Maduro están contados” y recordó que "todas las opciones están sobre la mesa" para restaurar la democracia en Venezuela. Además, remarcó que su país “tomará medidas” tras el “trágico” día del sábado, cuando se quemó parte de la ayuda humanitaria y se impidió que los venezolanos accedan a alimentos y medicinas básicas.

En respuesta, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, declaró que el secretario de Estados Unidos Mike Pompeo está “desesperado” por buscar un “pretexto para la guerra”.

Además, en su cuenta de Twitter, Arreaza responsabilizó de la quema de la ayuda humanitaria a la oposición. “@SecPompeo y sus sicarios están desesperados por fabricar un pretexto para la guerra. La operación le salió mal. Si quiere ubicar a quienes quemaron el camión con falsa ayuda humanitaria, que los busque entre sus asalariados. #TrumpHandsOffVenezuela", escribió en Twitter.

En una entrevista con la cadena FOX, el secretario de Estados Unidos, Mike Pompeo, afirmó que “todas las opciones están sobre la mesa. Vamos a hacer las cosas que sean necesarias para asegurar que la democracia se imponga y que haya un futuro más brillante para el pueblo de Venezuela”, al ser preguntado por la posibilidad de una intervención militar.

Pompeo reiteró que el 23 de febrero fue un “día trágico” para Venezuela por los enfrentamientos entre opositores y fuerzas gubernamentales que dejaron 285 heridos en la frontera con Colombia y al menos cuatro muertos y 20 heridos en la frontera con Brasil. “Vamos a tomar medidas. Hay más sanciones que se pueden aplicar, más asistencia humanitaria que creo que podemos ofrecer”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense a la cadena CNN, sin ofrecer más detalles.

Surgen nuevos disturbios en frontera Brasil Venezuela

La frontera de Brasil con Venezuela vivió ayer el segundo día de disturbios entre antichavistas exaltados que quemaron una foto del líder fallecido y agentes venezolanos que lanzaron bombas lacrimógenas, lo que obligó a intervenir a tropas federales brasileñas para evitar más enfrentamientos.

El intento de introducir la ayuda humanitaria en Venezuela, que fracasó el sábado, no se repitió el domingo. Las camionetas cargadas con alimentos y medicinas permanecieron en un destacamento del Ejército brasileño, en Paracaima.