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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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El Alcalde y su cercanía con los transportistas

El Alcalde y su cercanía con los transportistas
Aunque el alcalde temporal de Cochabamba, Iván Tellería, fue hasta hace un tiempo parte de la Federación del Autotransporte, es interesante saber que actuará de manera imparcial en el polémico pedido que hicieron los choferes de autorizar el incremento del precio de los pasajes.

Los dirigentes del transporte cochabambino, excolegas de Tellería, advirtieron que si las autoridades municipales no escuchan su pedido, como siempre, asumirán medidas de presión.

Ni estas ni otras amenazas deben hacer cambiar de posición a la primera autoridad de la ciudad, quien deberá analizar bien si es oportuno o no un incremento en los pasajes.

Parece un tanto acelerado fijar ya un precio base de negociación de 1.99 bolivianos, 9 centavos más de la tarifa vigente y respaldada bajo norma.

Es cierto que los “matacambios”, como en reiteradas oportunidades los llamó el presidente Evo Morales, ya cobran 2 bolivianos el pasaje, porque supuestamente no tienen cambio de 10 centavos. Sin embargo, las autoridades no pueden iniciar una negociación dando por hecho un aumento de 9 centavos.

Si acaso deciden mantener aquello, sería entonces importante que esa elevación, no más, esté condicionada al cumplimiento de las normas municipales y de Tránsito, que lamentablemente los choferes de micros, trufis, taxi trufis, entre otros, no las respetan.

Una de ellas, por ejemplo, son las paradas que se han habilitado para el transporte público, pero que no se las usa. De nada sirve que una parte de la calle esté destinada para ese propósito y cuente con la señalización correspondiente. Actualmente, los choferes del transporte público paran donde quieren, así sea en media calle o avenida.

Lo más probable es que los conductores argumenten que es el pasajero el que les exige parar en cualquier parte de la calle. No hay que negar que la gente tiene ciertas costumbres que deben ser corregidas.

En ese sentido, si los choferes decidieran respetar las paradas existentes, la gente poco a poco también lo hará. Hace falta que alguien comience y sin necesidad de una sanción o presencia de los gendarmes. ¿Será tan complicado hacerlo? Ahora si se requiere de guardias municipales para que los conductores cumplan la norma, la Alcaldía deberá disponer de un buen número hasta que todos los conductores aprendan a respetar las normativas.

Asimismo, sería importante condicionar el incremento de los pasajes a que los choferes, libres y federados, acepten de una vez, y sin amenazas de por medio, la restricción vehicular.

Desde hace varios años, los dirigentes de la Asociación de Radiomóviles de Cochabamba (Aramco) vienen exigiendo que la restricción vehicular que rige para taxis y vehículos particulares al centro de la ciudad, se aplique también al transporte público.

Sería una gran oportunidad para que de una vez la Alcaldía atienda este pedido, que no es solo de los de Aramco, sino de otros sectores de la sociedad.

Si la restricción vehicular se aplicara a todos, sin privilegio alguno, seguramente el tráfico vehicular de la ciudad mejoraría.

Son retos grandes e importantes los que tiene el alcalde Tellería, quien debería aprovechar que conoce bien al sector del transporte, para encontrar soluciones conjuntas y definitivas.

Es probable que ninguna de las exautoridades municipales haya conocido a los dirigentes del autotransporte igual o mejor que Tellería. Ahora tiene la oportunidad de oro para negociar y lograr objetivos que sus antecesores no pudieron hacerlo.

Sin embargo, en ningún caso deberá aceptar que el pasaje sea superior a los 2 bolivianos. Es más, hasta dudamos que las juntas vecinales aprueben los 1.99 bolivianos que propone el Alcalde.

Tellería es hoy Alcalde y debe velar por los intereses de los ciudadanos. La imparcialidad, como dijo, es la que debe primar ahora.