Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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DECLARACIONES DE UN DISTRIBUIDOR DE BATERÍAS

Contratista de Jhasmany dice que también fue amenazado

René P., el hombre que requirió el servicio de “cobranza de deudas” del bufete Leclere y Asociados, asegura que lo llamaron hasta el día en que se difundieron los videos de torturas.
Contratista de Jhasmany dice que también fue amenazado


El empresario que contrató los servicios del llamado Abogado del diablo, Jhasmany T.L., asegura que fue amenazado desde el momento en que fue testigo de la tortura de uno de sus deudores, hasta el día en que se difundieron los videos de las torturas a través de varios canales de televisión y webs de diarios.

En las declaraciones que prestó ante la Fiscalía, el 23 de enero de 2019, René P. contó que es distribuidor de baterías y que una pariente le recomendó la contratación de Jhasmany T.L. cuando él comentó que varios vendedores le debían dinero desde hace tres años y no le pagaban. “El señor Eddy O. me debía 11.700 bolivianos, J. O. me debía 82.300; R. V. me debía 5.000 y J.R. algo de 17.000. Me debían desde 2013, 2014 y 2015. Mi hermana fue a contactar al abogado. El 6 de junio de 2017 yo llevé mis comprobantes y me dijo que podía convocarlos a conciliación o bien podíamos iniciarles un proceso por estafa. Me dijo que me cobraría 4.000 dólares, pero con la garantía de que recuperaría lo que me debían, pero nunca me dijo cómo lo harían”.

Según el contratista, ese mismo día, al final de la tarde, lo llamaron para decirle que vaya a la avenida Aroma porque ya tenían a uno de los deudores. “Al llegar a la avenida Aroma estaban con Eddy O. y otros hombres que yo no conocía. Me empujaron para que suba a la camioneta y otra vagoneta negra nos siguió. Fuimos hasta su oficina. Le rodearon a Eddy O., le gritaron y me hicieron sentar, como ven en el video. Ahí empezó a golpearlo y yo no supe qué hacer, me petrifiqué, me asusté, no pude hacer nada. Yo quise pararme para ir a otro lado, pero no me dejaron. Tuve que agacharme para no ver. Le sacaron de su bolsillo unos 3.000 bolivianos y me entregaron esa suma. Luego lo llevaron a la camioneta de nuevo y yo me quedé con el doctor Jhasmany y le dije que yo no lo contraté para eso. Él se enojó y me gritó: ‘¿Qué cosa?’. Me dijo que no había otra forma y que todo debía ser secreto. Luego me amenazó con que si yo hablaba e moría”.

Luego, según René P., entraron los cómplices de Jhasmany, y lo sacaron de la oficina dándole una patada de advertencia para que guardara silencio. Al día siguiente, “después de hablar con Eddy llamé a Jhasmany para decirle que deje todo, que yo iba arreglar de otra manera, pero él se enojó y me dijo que trabajaba con maleantes y que podía matar a mi familia. Desde entonces estuve amenazado. Hasta el día viernes (18 de enero) me llamaron de diferentes números en nombre del doctor Jhasmany preguntándome si había visto la televisión y que no hable. Yo me asusté y les colgué”.

René P.P. declaró que el día de la tortura a Eddy O, en la camioneta había unas ocho personas. Las otras personas que le debían dinero pagaron sus deudas luego del antecedente de Eddy O.