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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Hospitales, entre carencias y problemas

Hospitales, entre carencias y problemas
Las largas filas que a diario se ven en las puertas del hospital Viedma y en la Caja Nacional de Salud, donde decenas de ciudadanos incluso duermen en las calles para conseguir una ficha y ser atentidos para aliviar sus dolencias, es el reflejo de la crisis que hay en el sector salud, pero no es un problema solo de esta gestión, sino que se arrastra desde hace décadas.

Y es que no solo hay un déficit de ítemes de personal (especialistas, enfermeras y hasta administrativos), sino que se necesitan más hospitales y que los que existen estén en buenas condiciones.

Este medio de comunicación informó ayer que dos hospitales, el Cochabamba, en Cercado, y el Benigno Sánchez, en Quillacollo, tienen serios problemas en la infraestructura.

En una inspección realizada por dirigentes de Control Social de Salud al hospital Cochabamba se encontró que no había agua ni en el tanque, que dos de las tres lavadoras no funcionaban y que hay apenas un baño para más de 25 personas que trabajan en el quirófano. También se comprobó que la ropa de cama está vieja.

Asimismo, se detectaron serios problemas en la sección de Archivos, donde los documentos de los pacientes estaban en el suelo.

El secretario municipal de Salud, Enrique Torrico, reconoció que “existen algunos descuidos”. En tanto, la directora del hospital Cochabamba, Leny García, admitió que es necesario ampliar algunas áreas como Maternidad, Neonatología y Terapia Intermedia.

Reveló que el hospital solo funciona con el 50 por ciento de su capacidad por falta de personal en diferentes especialidades. Esta situación es preocupante, porque deja sin atención a centenares de personas que se ven obligadas a buscar otros centros para ser atendidas.

En el hospital de Quillacollo, administrado también por la Alcaldía de ese municipio, las cosas no son diferentes. Una fuerte lluvia que cayó el martes provocó una serie de problemas. El deterioro de los techos en las salas de internación obligó a las autoridades a evacuar a un grupo de mujeres, algunas embarazadas, al auditorio.

El director de Obras Públicas de la Alcaldía de Quillacollo, Leónidas Zambrana, señaló que contrataron a una empresa para que arregle el techo del hospital, pero que las lluvias “los sorprendieron”.

La autoridad dijo que los daños no fueron severos y que las refacciones se realizarían en 72 horas. Habrá que esperar con paciencia ese tiempo, así como injustamente lo hacen día a día pobladores que demandan el servicio de salud.

Una inspección “sorpresa” al hospital Cochabamba y las lluvias que afectaron al Benigno Sánchez desnudaron una realidad que muchos conocen, pero que pocos hablan de ella.

Ese tipo de falencias también se presentan en algunos hospitales y centros de la Caja Nacional de Salud.

Basta ingresar a los servicios higiénicos para comprobar que no reciben mantenimiento. Puertas y vidrios rotos o espacios sucios con paredes pintarrajeadas con mensajes, incluso obscenos, permanecen ante la indiferencia de las autoridades.

Esos casos son solo una muestra de lo que sucede en otros centros de salud de primer, segundo y hasta de tercer nivel, cuya infraestructura data de muchos años y no recibe mantenimiento de forma permanente.

Según datos del Servicio Departamental de Salud (SEDES), en Cochabamba hay 586 hospitales y centros de salud públicos y privados para atender a una población que se acerca a los dos millones. Pero, es sabido de que no solo prestan servicios a los cochabambinos, sino a pacientes de otros departamentos.

Ante esta situación que desde hace años se viene arrastrando, es momento de que las autoridades nacionales, departamentales y municipales unan fuerzas para mejorar los hospitales, creen más ítemes y ofrecezcan una mejor atención a los enfermos.