El exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, lamentó que continúen las muertes en los penales y que las autoridades del sector en lugar de evitarlas las hayan naturalizado, porque ven al preso como "sangre de segunda clase".
"Se les enrrostra esto cada vez y nadie reacciona, ya son muy cuerudos, muy desalmados los que están administrando cárceles, una muerte más y punto, eso es lo lamentable que se genera en las investigaciones, en el seguimiento que se hacen de las autoridades", manifestó el experto en temas penitenciarios.
La víspera se conoció que un interno preventivo de la cárcel de San Pedro de la Paz murió en condiciones aún no establecidas. Según el informe policial, el interno entró al pozo de castigo voluntariamente y luego salió y repentinamente se desvaneció y llegó cadáver al hospital; pero la versión de los internos es que fue empujado por un policía y se golpeó la cabeza al caer a pozo.
Sobre la investigación anunciada por la directora de Régimen Penitenciario La Paz, Delia Illanes, Llanos indicó que en estos casos solo se investiga un poquito y después el caso queda en el olvido.
"Va ser un número más, la sangre de segunda clase, dicen, el preso es un hombre separado de la sociedad y su vida no cuenta, lamentablemente es un número más en la estadística y punto, y eso no debería ser, todos somos seres humanos", apuntó.
De los más de 50 casos de muertes en los penales registrados en 2016 y 2017, las autoridades no llegaron a ninguna conclusión, "es como si hubiera pena de muerte, murió no más".
"El hecho de estar en la cárcel no implica que nos quiten esos derechos, las personas pueden rehabilitarse, pero estamos como en las cárceles de la edad media, eliminando a los seres humanos en las cárceles", remarcó.
Llanos subrayó que las muertes en las cárceles se dan por la falta de autoridad al interior de los ambientes penitenciarios. Dijo que si bien los internos controlan y tienen su forma de desarrollarse internamente, no han aprendido a conducir a personas, y no se puede hacer que ellos administren las cárceles como ocurre en los hechos.
"La muerte de una persona ya no puede ser tan natural, debe ser algo que nos preocupe en cárceles", apuntó.