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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Breves secretos del pijcheo

Breves secretos del pijcheo
Me avergüenza decirlo, pero un gringo me enseñó a pijchar cuando le hacía una entrevista en Tv Universitaria. Yo pensaba que el estómago servía para absorber los alcaloides breves de la hoja de coca, pero resulta que los jugos gástricos los destruyen y cuando más dejan inerme a la ecgonina, que es buen analgésico. En realidad, los alcaloides son absorbidos por la mucosa dentro de la boca. Por eso, los que no saben mastican la hoja a rabiar y la chupan como si fuera teta, cuando en realidad hay que macerarla en saliva y dejar que la mucosa se encargue de ella. La llujta o llijta o bico o chamairo o bico con stevia sirven para convertir el ph de ácido en alcalino. El cuerpo entero tiene esas dos clases de ph, incluida la vagina y el pene, dicho sea en su forma científica. Si la mujer está en sus días no fecundos, tiene ahicito un ph ácido, que mata los espermatozoides; pero si lo tiene alcalino, son días muy peligrosos. El problema está en cómo saber si la mujer tiene ahicito un ph alcalino o ácido. Dejo ese problema para ustedes, mis escasos lectores.

Pijchar es una ceremonia de paz, que puede durar unos cuarenta minutos de tiempo lineal. Pero, ¿a quién le interesa el tiempo lineal, el del trabajo, el de las agendas, el de la ganancia capitalista? Nos interesa más bien el tiempo circular. Pijchar es escoger las hojas y quitarles la nervadura una por una; es llevarse cada hoja a la boca y masticarla apenas; y pensar lo que a uno le guste, mejor si fuera de lo cotidiano. Es como la ceremonia del té entre los japoneses, que puede durar más de 40 minutos por su ceremonia, pero solo cumpliendo esta se aprovechan todos los beneficios de la hoja.

Una vez que uno ha llenado el cachete con la debida ración de llujta o bico, no hay que chupar el bolo como un condenado, sino dejar que se macere y que la mucosa absorba la sustancia de la hoja. Es otra ceremonia de paz, que suele combinarse con el trabajo físico. Los mineros mastican la hoja a dos carrillos y hacen un hueco al medio para insertar la k’uyuna encendida. Tabaco y alcohol, este en cantidades breves, son hábiles lugartenientes del pijcheo.

Un europeo me dijo que el bolo dura 40 minutos, pero si le preguntas a un pijchador consuetudinario, te va a decir que cuánto será ps, porque jamás lo ha pensado.

Quedémonos con que pijchear es como ser japonés y unas geishas te sirvan té. Es un acto de paz que yo suelo repetir a diario porque compro coquita en la calle Federico Blanco casi esquina Oquendo.