Estoy convencido de que iniciar el año cuesta, ya que debemos retomar actividades y nuevamente ponernos en órbita para los 365 días que comienzan a correr sin tregua, ni pausa. Pero, es aún más complejo si hablamos de lo macro, es decir, si nos referimos a una gestión pública. Por eso, en esta columna quiero resaltar que todos los seres humanos percibimos esta sensación para iniciar el 2019.

En el caso de un padre de familia, considero pertinente que debe planificar correctamente los gastos para brindar a los hijos estudio, vestimenta, atención médica, manutención, vivienda y, de esa manera, satisfacer un sinnúmero de necesidades que se vienen durante este año.

Para planificar, debo necesariamente pensar en recursos económicos y proyectar la imagen de las circunstancias futuras deseables y tomando también en cuenta las experiencias pasadas que nos servirán de referente para 2019.

Si me refiero a la administración pública, los ejecutivos deben tomar previsiones, y con antelación tener claros sus objetivos de gestión, porque si no se planifica eficientemente las actividades, difícilmente se alcanzarán resultados positivos.

Según George Terry, el proceso administrativo está conformado por las siguientes funciones: 1.- Planificar, 2.- Organizar, 3.- Ejecutar y 4.- Controlar. En lo que respecta al tema que me ocupa, refiero que la planificación es lo que se hace antes de ejecutar una acción. Es una toma de decisión anticipada, un proceso en el que se decide qué y cómo se va a hacer. Es un trabajo mental que luego se plasma dando lugar a la organización, proceso para ordenar y distribuir las tareas. Posteriormente se ejecutan las labores, haciendo que los miembros de la organización, mediante el uso adecuado de los medios y recursos, alcancen los objetivos de gestión. Para finalizar está el control a las acciones realizadas, vigilando en todo momento el cumplimiento de las órdenes dadas y los principios establecidos. Caso contrario, emergen los indicios de responsabilidad, ya sea en el ámbito administrativo (contravención al ordenamiento jurídico o disciplinario), civil (daño valuable en dinero), penal (contravención a lo que está establecido en el Código Penal) y ejecutivo (gestión deficiente o negligente de la MAE y/o dirección colegiada).

La planificación es la guía para que la organización social obtenga y comprometa los recursos que se requieren para alcanzar las metas y sus miembros desempeñen actividades congruentes con los objetivos y los procedimientos elegidos, haciendo constar que el avance hacia los objetivos puedan ser controlados y medidos, de tal manera que cuando no sean satisfactorios, se pueden tomar medidas correctivas para no errar.

 Por este motivo, estimados lectores, les aconsejo ir tomando previsiones de verdad, para que a fin de año no estemos lamentando por el incumplimiento de los objetivos. Al contrario, que la planificación haya tenido un enfoque integrado y armónico y sea el resultado de la participación y en coordinación con los actores sociales. Se debe realizar constantemente un seguimiento y evaluación integral de la planificación, basado en resultados y acciones, contribuyendo con información oportuna para la toma de decisiones de la gestión 2019.

Seguramente por eso Séneca se inspiró en lo siguiente: “Si el hombre no sabe a cuál puerto se dirige, ningún viento le es favorable”.